Citius, altius, fortius: un reclamo por la utopía
25 de julio de 2024
Por: Arleison Arcos Rivas
El fuego olímpico empieza a emocionar al mundo bajo el clásico lema de “citius, altius, fortius”, que declara el propósito más insigne de que la humanidad toda exalte a las y los mejores, alrededor de 10.500 deportistas que, en esta ocasión representan de modo colectivo e individual a 208 naciones, que retornan a la contienda bañada en oro, plata y bronce, luego de la pandemia.
Tal máxima eleva los reclamos en favor de la utopía humana, pese estos juegos no están exentos de consideraciones políticas y manipulatorias exclusiones, como la de obligar a competir como neutrales a quienes provienen de Rusia y Bielorusia, anteponiendo criterios sancionatorios a “la alegría del esfuerzo”, la “neutralidad política” y el “refuerzo de la unidad”, consagrados como principios en la Carta Olímpica.
También, como consecuencia de que el olimpismo alienta “la promoción de las mujeres en el deporte, a todos los niveles y en todas las estructuras, con objeto de llevar a la práctica el principio de igualdad”, hay un curioso dato paritario de la participación de hombres y mujeres en estas justas planetarias, evidenciando la mayor apertura y disposición de políticas públicas de fomento, práctica, formación, competencia, promoción y difusión del deporte sin distingos de género, impactando igualmente varios objetivos de desarrollo sostenible.
Es cierto que, desde su inicio, la mancomunidad de los cinco anillos no ha dejado por fuera consideraciones políticas y boicots nacionalistas; como también lo es que han sido afectados por la ocurrencia de situaciones violentas lamentables, pactos separatistas indecorosos, prácticas burocráticas detestables, e inversiones abultadas e irrecuperables.
En la actual convocatoria, la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto de Israel contra Palestina empañan el llamado a la armonía global, sin que las decisiones del Panel Neutral Individual de Revisión de Elegibilidad de Atletas hayan sido justas y ecuánimes, disminuyendo oportunidades de medallas para estos países al constreñir a 11 los bielorusos y 16 las y los rusos que podrán participar individualmente, no en deportes por equipos, con estatus de neutralidad; es decir, prohibiendo la representación nacional, usos de sus emblemas, así como el impedimento de portar, mencionar o designar a sus países. Una práctica de silenciamiento absoluto, inaceptable para un certamen deportivo que debería estar más allá de todo conflicto, en defensa del desarrollo pacífico de la humanidad.
Entre las noticias alentadoras, Colombia registra uno de sus mayores logros para este certamen, al asegurar su intervención con 52 mujeres y 37 hombres que competirán en 19 deportes olímpicos. Esta es una de las más abultadas delegaciones, destacando la mayor participación en Atletismo, Ciclismo, Boxeo y Halterofilia.
Precisamente entre el grupo de atletas del país, debe reconocerse con altivez y orgullo la hazaña de tres mujeres y un hombre de Pradera, Valle del Cauca, que tendrán altas posibilidades de alzarse con medallas si su desempeño en Paris se corresponde con lo que han venido ganando en los eventos mundialistas. A lo más alto del podio podrían llegar Flor Dennis Ruíz [Jabalina], acompañada de María Lucelly Murillo [Jabalina], Manuela Pavi [Fútbol femenino] y Gregorio Lemos Rivas [Atletismo adaptado]. Notoria también resulta la participación de Yolanda Beltrán Guejia, emblemática entrenadora de Atletismo, hacedora de campeonas y campeones.
Con tan insignes deportistas, resultan lamentables los denunciados hechos de corrupción e irregularidades en la celebración y ejecución de contratos de obra e intervención relacionados con proyectos de altísimo valor, asociados al mejoramiento del Estadio Municipal, la remodelación del parque principal, la construcción del área de urgencias hospitalarias, para los cuales se comprometió un abultado empréstito, cuyas realizaciones palidecen frente a los sobrecostos e incumplimientos manifiestos.
En contra del pundonor deportivo y la demostrada tenacidad pradereña, se evidencian inobservancias a los reclamos de diferentes asociaciones deportivas y practicantes de disciplinas precariamente equipados y dotados; pese a lo cual las y los deportistas pradereños se imponen en certámenes regionales, nacionales, suramericanos, panamericanos y mundiales, cada vez en mayor número.
Desde Pradera a Paris, el reclamo de una sociedad humana capaz de vencer sus poquedades, en procura de hacerse a sí misma mejor, más solidaria, perseverante, responsable y honesta, evitando las trampas pendencieras y los atajos oportunistas, eliminando las oportunidades de fraude y conteniendo la potencialidad de timar los resultados; sigue alentando el grito de quienes, durante quince días apreciaremos el potencial trasformador del citius, altius, fortius en los ejercitados cuerpos de atletas, jugadores y gimnastas. En el esfuerzo y dedicación de estos miles de mujeres y hombres, nos reunimos de nuevo para renovar el aliento y perseverar en la anhelada y cada vez más necesaria reinvención de la utopía de una humanidad conexa, diversa, diferente y nueva.
Adenda :
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora.
También Cali llega a sus 488 años de historia y reconfiguración identitaria.