Los acomodaticios verdes
20 de junio de 2023
Por: John Jairo Blandón Mena
Desde su misma creación, con el nombre de Opción Centro, el hoy conocido como Alianza o Partido Verde no tuvo una definición ideológica concreta. Ubicarse en el difuso espectro del centro, en el cual no estuvo ninguno de los gobiernos en Colombia desde 2005 que nació esta colectividad, le dio la posibilidad de acomodarse y negociar con todos. Cuando fueron oposición, ésta fue tibia y timorata. Cuando fueron coalición de gobierno, terminaron, como ahora, rompiendo los acuerdos.
“Ni chicha ni limoná” como decía el gran cantautor chileno Víctor Jara. Así podría definirse la Alianza Verde. Una efectiva estructura partidista para ganar curules en corporaciones y algunos cargos en gobiernos locales. Para posicionar como políticos visibles a desconocidos outsiders¸ que terminan siendo obstáculos para las reformas progresistas. Para hacerse elegir con propuestas populares, y luego gobernar como cualquier mandatario de derecha. Y, en suma, para transar a cambio de sus apoyos parlamentarios grandes cuotas burocráticas.
Y sobre lo de verde, no le he conocido a la hoy Alianza Verde desde que nació en la política colombiana la materialización de los principios de los Global Greens o de la Red de Partidos Ecologistas en el Mundo. Los postulados relacionados con la ecología política, la política verde, el ecologismo de mercado, el biorregionalismo y el desarrollo sostenible son evidentes en los estatutos e ideario del Partido, pero no en su accionar político. Así lo demostró recientemente el influencer venido a congresista de la Alianza Verde, Jota Pe Hernández al oponerse al proyecto de ley que pretende regular el cannabis en Colombia. Seguramente, ese reaccionario legislador, tal como se lo dijo su copartidario Inti Asprilla está más cerca del Uribismo que del Gobierno Petro. Y con su postura, desde luego, está diametralmente en oposición a una ideología verde y ecologista.
En la campaña presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez, todo el combo de congresistas electos hoy por la Alianza Verde se plegaron a las propuestas del cambio. Sin embargo, en la reforma a la salud, columna vertebral de las reformas del actual Gobierno, esta fue una de las colectividades que solicitó formalmente con la firma de nueve de sus congresistas el archivo del proyecto. ¿A qué le apuestan, al cambio con el que se eligieron o al mantenimiento del statu quo? Por sus obras los conoceréis, dice la biblia. Está clarísimo, que el Partido Verde mayoritariamente no está comprometido con la concreción de las transformaciones por las que se eligió el actual presidente.
Y dice la camaleónica congresista Katherine Miranda de la colectividad en cuestión, que es hora de que su partido se declare en independencia. Sus críticas van directo a la médula de lo que hace un año defendía desde las plazas publicas capitalinas. En esa línea la acompañan varios de sus copartidarios. Sería bien importante, que junto a la declaratoria de independencia del partido viniera la entrega de entidades que hoy son direccionadas por ellos: el Icetex y el Sena son sólo dos ejemplos.
Lo que es cierto e innegable ad-portas de cumplir el primer año del cuatrienio Petro, es que la gobernabilidad no puede depender de colectividades que no encarnan los deseos de cambio de la nación colombiana, y a las que sólo les interesa posicionarse de acuerdo con la coyuntura para ganar réditos burocráticos y electorales. La Alianza Verde le juega a eso: mostrarse distante del Gobierno para fortalecer sus candidatos locales frente a los del Pacto Histórico. Así las cosas, no deberían declararse en independencia sino en oposición; que es como están actuando hoy.