Cinco años del acuerdo de paz: cinco años de incógnitas

04 de diciembre de 2021

Por: Aiden Salgado Cassiani[i]                                                           

La semana anterior se cumplieron cinco años de la firma del acuerdo de paz en el Teatro Colón de Bogotá, después del anuncio del acuerdo final en la Habana y de la firma publicitaria en Cartagena. A partir de esos tres hechos, inició un periplo que todavía no termina el cual son las ilusiones de cerrar un conflicto en donde hemos estados embarcados de por vida muchas personas líderes, ex combatientes, combatientes, políticos, religiosos y un sin número de ciudadanos y ciudadanas más que se la han jugado por la paz de Colombia.

Cuando empezó el proceso de negociación se sabía que iba a ser difícil de implementar el acuerdo de paz. Este era un acuerdo que en sus seis puntos configuraba una nueva forma de hacer política, contenía unos planes de desarrollo en los PDET que lograban sacar al campesinado y la clase rural de ese atraso histórico con una distribución de la tierra, planteaba realmente una solución al problema de las drogas desde el campesino que la siembra hasta sus comerciantes, para las victimas traía verdad, justicia y reparación, contribuía a una real integración del ex combatiente a la sociedad, tenía un enfoque de género y en especial un capítulo étnico; y sobre todo no era un acuerdo con sed de venganza para afectar a sus detractores. Las personas que se opusieron al acuerdo lo hicieron con puras mentiras hasta ganar el plebiscito y así continuar con la guerra que le da crédito a unos pocos.

Hoy cinco año después de la firma hay que decir que el gobierno de Santos en lo que le faltaba de administración no cumplió realmente lo pactado y el de Duque continuo desfigurando el acuerdo, y con ello violando una negociación de estado que está respaldada por acuerdos internacionales y países; la reforma política no se ha implementado, los PDET no han entrado en funcionamiento real y la tierra no se a distribuido, la propuesta para acabar el problema de las drogas sigue sin implementar; el sistema de verdad justicia y reparación continua desfigurado, y sobre todo continua el asesinato de líderes sociales y de ex combatientes, nada de las 16 curules de paz, toda esta realidad ha llevado a que un buen número de firmantes de la paz se regresen a las armas con el agravante del entrampamiento que le hicieron a Santrich.

Desde mi perspectiva afrodescendiente y como participante de la audiencia y de la elaboración del capítulo étnico y hoy miembro del equipo técnico de la Instancia Especial de Alto Nivel de los Pueblos Étnicos, me atrevo a decir que la implementación del capítulo étnico dentro del acuerdo final es donde mayor atraso existe en la implementación del acuerdo de paz, como se podrá observar en él informe de implementación que en los dos próximos meses publicaremos. En ese informe se puede dar cuenta de la forma como el gobierno ha desfigurado la implementación y ha colocado todos los obstáculos posibles para  el cumplimiento de lo pactado, el ejemplo más claro es el saboteo a las curules de paz donde los pueblos étnicos van a jugar por estar en los PDET.

En términos de proyección política creo que la apuesta por la paz debe continuar y una forma es presionar por la implementación real del acuerdos, tal como se firmó, seguir exigiendo la libertad para los presos de ex farc que continúan detenidos, detener el asesinato de exguerrilleros firmantes del acuerdo, instar a que le cumplan a los ex combatientes, no solo a los cercanos a una tendencia dentro del partido comunes sino a todos, exigir la presencia de gente negra en la decisiones del Partido Comunes, así como de mujeres y gente de la región Caribe que se nota como estas tres variables han sido afectadas por decisiones de la línea que más se visibiliza dentro de ese partido.

Hoy tenemos que tener claro que los aspirantes presidenciales colombianos que debemos apoyar tienen que hablar sobre la paz y el cumplimiento del acuerdo de la Habana, donde existen soluciones a múltiples problemas de la vida nacional, igualmente deben hablar sobre las víctimas. Estos dos temas deben ser parte del debate electoral, ayer me realizo una llamada un primo y me realizó la pregunta en termino de preocupación, porque nuestro candidato Gustavo Petro no habla de las víctimas. Esa pregunta me hizo reflexionar un poco, ya que son alrededor de 8 millones de víctimas que tiene nuestro país, los cuales no podemos invisibilizar en un debate público de elección presidencial.

Los dos candidatos con más sentido y cara de pueblo Gustavo Petro y Francia Márquez deben incluir claramente esos dos temas en sus discursos: la paz y las víctimas del conflicto, son un cúmulo de gente que no ha estado representada en la elite que dirige el país; hoy esas personas necesitan ser escuchadas y para ello deben ser incluidas en sus discurso y planes de gobierno, esa sería una razón para votar por ellos.

Desde el palenque un cimarrón todavía. 

 

[i] Cimarrón- Activista-Palenquero

Miembro del  CONAFRO,  del  CEUNA. kombilesa. CENPAZ-  Activista.

Email salgadocaiden@gmail.com – latrombosis@hotmail.com

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