Chocó: tu no tienes por qué estar sufriendo así

Por Última actualización: 20/11/2024

16 de enero de 2024

Por: John Jairo Blandón Mena

Hoy los chocoanos, tal como lo hicieron en el paro cívico de 1954, en el que se opusieron a la pérdida de su integridad territorial que pretendían las élites antioqueñas, vallecaucanas y caldenses para anexarse sus territorios con el apoyo de Rojas Pinilla; pudieran también cantar por miles el fragmento de la canción “lamento chocoano” compuesta por el maestro de escuela quibdoseño Miguel Vicente Garrido: ♪♪♪óyeme Chocó, oye, por favor, tú no tienes por qué estar sufriendo así ♪♪♪.

Ese hecho de resistencia civil lo referenció Gabriel García Márquez a quien, como periodista de El Espectador, le correspondió cubrir la primera protesta popular desde que el Chocó fue erigido departamento en 1947. Han pasado casi 80 años y los motivos que convocaron el paro pudieran esgrimirse como vigentes. A la expoliación criminal y empobrecedora por décadas de la riqueza mineral chocoana en cabeza de grandes mineras transnacionales, ha seguido el despojo territorial que han impulsado castas de la oligarquía andina con negocios en la ganadería, la agroindustria y la minería.

El despojo de tierras a los chocoanos es inconmensurable. Las pretensiones de las élites antioqueñas sobre Belén de Bajirá eran solo la punta del iceberg. La titularidad de los predios más productivos del departamento en las zonas donde se planea el desarrollo agroindustrial y la producción de combustibles; así como de los predios donde se proyectaba el canal interoceánico que uniría el Atlántico con el Pacifico a través los ríos Atrato y Truandó, están en cabeza de las familias potentadas del país. Luego de que en esos territorios se instauró la violencia que despojo y desplazó a las comunidades étnicas a sangre y fuego.

No hay indicador social, económico, ambiental y de derechos humanos que no esté en estado crítico en el Chocó. La debilidad institucional propiciada premeditadamente por décadas para intervenir y saquear los recursos del departamento desde afuera y desde adentro; no ha permitido la dignificación de las condiciones de vida de los chocoanos. El ejemplo, puede ser el Hospital San Francisco de Asís, el único nivel 2 con que cuentan los chocoanos, que, tanto con la administración departamental como con la intervención de la Superintendencia de Salud, mantiene sus estructurales falencias técnicas, científicas, financieras y jurídicas. (ver columna de www.diaspora.com.co “SOS por la salud del Chocó” https://diaspora.com.co/el-sistema-de-salud-del-choco-esta-en-un-estado-absolutamente-critico/).

El Chocó necesita ser tratado en serio. En primer lugar, no puede seguir siendo el territorio con mayores lluvias del país, y al mismo tiempo, el que registra el mayor déficit de agua potable. Y en medio de esas contradicciones: su población no puede continuar con un empobrecimiento extremo y nivel altísimo de necesidades básicas insatisfechas; mientras los grupos armados mantienen una confrontación por el control de las ingentes riquezas derivadas de su subsuelo, de sus ríos y de sus enormes ecosistemas; y desde luego, de su geoestratégica posición.

En esa misma línea; las tragedias que ocurren de manera sistemática en los dos corredores viales que conectan al Chocó con el centro del país son sencillamente previsibles y anunciadas. Quien haya transitado por las vías Quibdó – Pereira, o Quibdó – Medellín entiende que esas no son las carreteras que merece la dignidad de los chocoanos. En tiempos donde se construyen las vías 4G de alta ingeniería, en las que el Estado ha invertido ingentes recursos, principalmente en los departamentos del centro del país. No hay justificación para que no se intervengan estas que son llamadas “trochas de la muerte”; y que, de paso, se regulen los precios del transporte aéreo hacia el Choco, con los que pulula la especulación.

El medio billón de pesos que dispuso el Gobierno Nacional para la carretera Quibdó – Medellín, tiene que mejorar definitivamente las condiciones de esa infraestructura vial.

Por lo pronto; este gobierno tiene que ser el que enfile sus competencias para dignificar al Chocó. Aplaudo la presencia de la vicepresidenta Francia Márquez esta semana en este departamento; y la anunciada de Petro y todo su equipo en el Pacifico sur la próxima semana. 

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John Jairo Blandón Mena