Reexistiendo a la marginalidad

Por Última actualización: 18/11/2024

Por: Yuli Alexandra Medina Carabalí[i]

 

Colombia, país ubicado al extremo norte de Sudamérica y rodeado de paisajes, de bosques tropicales y que tiene en su haber las exuberantes montañas de los Andes cuenta con la tercera población negra más grande del continente americano, después de países como los Estados Unidos y el Brasil, la cual está concentrada aproximadamente en un 52% en el departamento del Valle del Cauca.

Según la Secretaria de Desarrollo y Bienestar Social Local, en el Valle del Cauca esta el 27% de todos los afrodescendientes del país y en la ciudad de Cali representan el 52% de la población total. Desafortunadamente la mayoría de la población afro no va más allá de estas cifras, en cambio, engrosa las estadísticas de los sectores más marginados y en precaria situación económica y social, azotados por el desempleo y avocados al trabajo informal para la consecución del sustento, además de minúsculo acceso a la educación.

Siendo esta una triste realidad, existe también una cara menos visible: los líderes Juveniles y Comunitarios. Entre estas caras lindas de mi gente negra, como diría Maelo, el sonero mayor, encontramos a Germán Cortés, un joven de 32 años, afrodescendiente nacido en Tumaco-Nariño, fundador del asentamiento llamado Brisas de Comuneros, actor, bailarín y gran líder comunitario, es muestra fiel de ello. Cerca de Brisas de Comuneros, se levanta otro asentamiento llamado Brisas de Haití, el cual, se ha convertido en el centro de operaciones de Germán, quién hace más de 15 años, enamorado de la labor y el trabajo comunitario entrega todo de sí, para llevar soluciones reales e inmediatas a todas aquellas personas del sector que lo necesitan.

Junto con sus compañeros artistas de la Asociación Cultural Palenque, en la que se desempeña como bailarín, ha creado la estrategia de una Olla Comunitaria, con la cual contribuye para mitigar el hambre, de muchos de los habitantes que dedicados a la economía informal, trabajo de servicios varios, entre otros, han quedado en el aire durante estos duros meses de confinamiento y distanciamiento social, en los que el »quédate en casa» se ha convertido en la consigna diaria, que si bien, propende por la seguridad y salud de todos, desconoce grandemente el otro lado de la realidad de estos territorios.

Es uno de los supervisores en Colombia del Proyecto Internacional Cure Violence: Abriendo Caminos y viene capacitándose constantemente en instituciones universitarias tales como la Universidad Javeriana y la Universidad Icesi en todo lo relacionado con el Trabajo Social y la Resolución de Conflictos. Ha sido líder juvenil de proyectos manejados por entidades extranjeras tales como la Legión del Afecto y ha trabajo en la ciudad de Cali en la Corporación Caminos tratando la problemática de los jóvenes y el consumo de drogas.

Este tipo de proyectos ha permitido que gestiones como la de Germán hagan posible la vinculación de jóvenes de los asentamientos de consolidación incompleta a instituciones universitarias y que a muchos otros hoy se les reoriente en su proceso de transformación a la legalidad y en la construcción de un adecuado proyecto de vida, en lo que manifiesta, ha encontrado gran dificultad debido a los prejuicios e imaginarios erróneos de quienes ven las vidas de los otros y otras desde la barrera.

Germán conoce de frente a la realidad que se vive en estos diferentes asentamientos, pero también reconoce que dicha realidad puede convertirse en la excusa de unos cuantos para no dar el primer paso hacia su superación y enfatiza que sólo ejercer el derecho a la educación por encima de aspectos como la discriminación y el clasismo, es la única forma de exigir los derechos que constantemente han sido y siguen siendo vulnerados.  Es enfático al manifestar que en su labor social no se trabaja ni con la policía ni con ninguna estructura política, dando prioridad a las comunidades, ‘’comunidades ayudando a comunidades’’ recalca.

Combina pues los más de diez años que ha pertenecido a su grupo artístico Palenque, con el trabajo artístico y desde ahí transversaliza dicha actividad con el trabajo por la comunidad.

Junto con el señor Marcial Quiñonez, Germán Cortés ha reunido los diferentes saberes tradicionales de los muchos jóvenes que habitan el sector, y con el ánimo de contrarrestar las posibilidades de que estos se vean atraídos por actividades delictivas debido a la actual situación, viene adelantando el Proyecto de la Huerta en las instalaciones del Cepia, uno de los únicos espacios existentes en la zona para actividades lúdicas, culturales y formativas, el cual ha querido además ser arrebatado para fines pocos productivos, y en ella los jóvenes ponen al servicio de la misma todo el conocimiento adquirido en sus lugares de origen, tales como la agricultura, la pesca, el abono y trabajo de la tierra y como Germán muy bien lo nombra, sus conocimientos en toda la magia del auto sostenimiento; con la huerta no solo han logrado la consecución de algunos de los productos que da la tierra, sino también que ha abierto la posibilidad de descubrir todo tipo de talentos ocultos y ha servido como plataforma de Justicia Restaurativa entre los jóvenes y la comunidad a la que en algún momento han hecho daño.

Germán se visualiza a futuro en diferentes escenarios, para la cual se propone dejar un proceso de rutas activadas en la comunidad y devolver con su trabajo todo lo que la misma con el tiempo le ha dado.

Viendo de cerca el territorio y caminando las calles de estos asentamientos, se llega a la conclusión de que no hay otra manera, solo recorriendo los territorios y sintiendo esa piel a piel con el otro, podrán entenderse, reconocerse y respetarse las realidades que día a día enfrentan nuestros iguales.

Ante el olvido estatal, este joven afro y habitante del Distrito de Aguablanca en Cali, de allá mismo de donde eran los 5 ‘’más’’ que hoy nos faltan, está dando una lección no solo de vida sino también de cómo se deben atender las necesidades de una comunidad sumida en el olvido del Estado, invisibilizada y cada 4 años utilizada para provecho de unos cuantos. Conocer el sector, respirar su aire, hablar con su gente, ser empáticos, es la única manera de entender que la tierra lo da todo y así mismo, debería ser para todos, sin discriminar en maneras de ser, de pensar, de cómo nos vemos o de dónde venimos.

Sin embargo, a  propósito de hechos lamentables como los ocurridos en la ciudad de Cali entre el 11 y 12 de Agosto del presente año en el Barrio Llano Verde de la Comuna 15 específicamente, se vienen presentando diferentes manifestaciones en desacuerdo a la escabrosa situación de inseguridad, violencia, racismo, discriminación y olvido, que viven los habitantes de estos sectores, en su mayoría poblaciones migratorias provenientes de todo el territorio del Pacífico colombiano,  este hecho ha provocado un sin número de visitas por parte del gobierno local lo cual hace que surjan interrogantes como el ¿Por qué tiene que ser una tragedia el único motivo por el cual nuestras comunidades afro aparezcan como foco de ‘’interés’’ en los asuntos gubernamentales?

Me atrevo a decir, que más allá de un interés real y sincero por brindar la atención debida a estas comunidades, está el afán por figurar y por calmar los ánimos de una población que ya no puede más.

Si lo ve por la calle no se preocupe, él no le quiere robar, el seguramente lo quiere ayudar.  Él es Germán Cortés, artista y líder comunitario.

[i] Experta en Artes Modalidad Danza Folclórica – Instituto Popular de Cultura Cali. Docente – Colegio Santa María Goretti Cali.

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