Entre presencias y ausencias: los impactos de contar con docentes afrocolombianos en la escuela
Por: Diana Lorena Montaño Riasco
¿Durante tu paso por la Escuela cuántos docentes afrocolombinxs tuviste? Tomate tu tiempo, y si los maestrxs con lxs que contaste superan los dedos de tu mano, anota en un cuaderno. En mi caso, solamente tuve un maestro afrocolombiano en secundaria, Septímio Hernando Lemos García, quien nos acompañó un año escolar. Mi experiencia aportaría a las estadísticas distritales, dado que, durante 10 años, dentro del periodo de 1993 hasta 2003, quienes cursamos la educación básica primaria y secundaria en el en el colegio Estanislao Zuleta, solamente una vez, aprendimos y reconocimos a un hombre negro como docente formado en el área de Ciencias Sociales. ¡Desconcertante! ¿cuántos docentes afrocolombian@s han pasado por las instituciones educativas colombianas desde 2004? ¿Existen datos estadísticos sobre la cifra de docentes negros, afrocolombianos, palenqueros y raizales presentes en el sistema educativo de la República de Colombia? Lamentablemente, la invisibilidad estadística étnico – racial es abrumadora, y, por lo tanto, no se sabe con certeza la cantidad de maestrxs de estas comunidades que comparten sus servicios educativos, y con ello, los impactos, consecuencias y efectos de su ausencia o presencia dentro de los niveles de preescolar, educación básica y media en el país.
En el 2018 en Estados Unidos se publicó en el portal de noticias educativas de U.S. News la investigación de la Oficina Nacional de Investigación Económica, apoyada por Johns Hopkins y American University. Este estudio reveló que, “Los estudiantes negros que tienen un solo maestro negro en la escuela primaria tienen más probabilidades de graduarse y más probabilidades de matricularse en la universidad”. Es decir que, sólo garantizando la presencia de docentes afrodescendientes se afecta directamente el rendimiento académico de los estudiantes de estas comunidades y en su ingreso a la educación superior. Esto se le denomino por un investigador de la universidad de Johns Hopkins, “El efecto del modelo a seguir”, haciendo énfasis en que “tener un maestro de la misma raza es suficiente para darle a un estudiante la ambición de lograr, por ejemplo, tomar un examen de ingreso a la universidad. (…) Pero si el objetivo es ir a la universidad, tener dos profesores de la misma raza ayuda aún más»[i]. De manera que, la presencia de docentes afrodescendientes afecta directamente el desempeño académico y las aspiraciones educativas a corto y largo plazo de estudiantes pertenecientes a comunidades afrocolombianas. ¿Qué reflexiones urgentes nos propone para la realidad educativa colombiana estos hallazgos?
Al ver ingresar al salón de clases al profesor Septímio, recuerdo le confundí con un padre de familia. Luego, me sorprendí al saber que era maestro de sociales. Él nos contó un poco sobre su trayectoria personal como docente, formado orgullosamente en la Universidad Tecnológica del Chocó – UTCH – . Fue la primera vez, en conocer una persona Chocoana. Ese año me sentí muy orgullosa, podía también ser una profesional, aunque se me presentaran muchas adversidades. Confieso que, el profe Septímio, inyecto con su presencia y enseñanza motivación a mi inconsciente y aumento mis ambiciones. Ese sentimiento es un derecho necesario de garantizarse a los y las estudiantes negros, afrocolombianos, raizales y palenquerxs en este país, por cierto, de los que tampoco se cuenta con estadísticas exactas de su presencia en la escuela.
Otro aspecto que se suma al racismo educativo colombiano, el cual desinteresado intencionalmente por producir estadísticas diferenciales y crear políticas con efectos a largo plazo en las vidas de docentes y estudiantes afrocolombianxs, hunde a miles de niñ@s, adolescentes y jóvenes a la deserción escolar, reducen las oportunidades de acceso a la educación superior y disminuyen sus esperanzas de ser actores activos y transformadores al interior de la sociedad.
La persistencia, el esfuerzo, el interés por terminar un trabajo difícil, el hacer preguntas y hablar sobre temas escolares fuera de la escuela[ii] es una motivación generada por la presencia de docentes afrocolombin@s desde el jardín hasta la secundaria. La usencia de estos maestr@s aumenta la deserción, llevando a los jóvenes a refugiarse en pandillas, quienes, si tienen muy claro “El efecto del modelo a seguir”, y por ello, cuentan con agentes determinantes en la decisión de los adolescentes y jóvenes en inmiscuirse en las dinámicas de conflicto en las zonas urbanas y rurales en Colombia. Cuando la sociedad se encuentra con estos jóvenes que han desertado enrolados en estas pandillas, se angustia y se altera, pide la presencia de la fuerza policial y exige su encarcelamiento con vehemencia. Pero, si esta misma sociedad exigiera al Ministerio de Educación la contratación de docentes de planta afrocolombianos, seguramente contaríamos con más estudiantes motivados por “ser lo que quieren ser” y entendiendo “que pueden ser cualquier cosa en este mundo”[iii]
[i] https://www.usnews.com/news/education-news/articles/2018-11-23/black-teachers-improve-outcomes-for-black-students
[ii] https://www.usnews.com/news/education-news/articles/2018-11-23/black-teachers-improve-outcomes-for-black-students
[iii] Canción de Nas – I Can