04 de febrero de 2022

Por: Diana Lorena Montaño Riascos

“Pensamos que eras más inteligente, ¿o no sabes la corrupción de ese partido?”  “Negra hermosa, no se deje untar de ese mierdero en ese partido”[i]. Con estos mensajes se le realizó replica al anuncio público de Catherine Ibargüen como candidata al Senado por el Partido de la U en sus redes sociales. A esta tendencia se le ha señalado como “Bodegas digitales”, “estrategia para defender y atacar a figuras públicas”[ii]. Sin embargo, se pierde de vista que los comentarios realizados contra Ibargüen promueven imaginarios raciales y de género; es decir, superan las aspiraciones de un bullying cibernético. El mismo escenario de sutileza racista y misógina seguramente ha atravesado las redes sociales de aspirantes al congreso como Vanessa Mendoza y Mabel Lara, y definitivamente, ha sido evidente para la candidata presidencial Francia Márquez.

¿Qué tienen en Común estas candidatas?  Sin lugar a dudas, no son sus posturas ideológicas ni posiciones políticas sino su condición racial y de género, lo que las convierte en victimas de la violencia Misogynoir, odio que se pierde de vista si nos limitamos a asumir que todos los comentarios hacen parte de la tendencia bodeguera digital, una sutileza de la confrontación democrática – electoral colombiana, la cual eclipsa las violencias sistemáticas que afectan a los cuerpos no heterosexuales y no blancos de este país.

El Misogynoir es una un concepto acuñado en el 2010 por la feminista negra queer Moya Bailey, para describir el tipo de odio particular dirigido a las mujeres negras en espacios públicos, el cual está cargado de discriminación racial, prejuicio y miedo injustificable hacia nosotras. En la réplica a Catherine se pone de manifiesto el estereotipo racial sobre la incapacidad intelectual de las personas negras, además la hipersexualización de las mujeres negras, lo cual pasa de agache debido a sus adherencias a un partido de extrema derecha aborrecido por gran parte de la sociedad colombiana. Aunque, Francia Márquez también ha sido victima de este odio, a pesar de estar en un partido de Izquierda, se le ha cuestionado su capacidad de tomar decisiones, se le ha tildado de ‘’Showcera’’, de ser una aspirante para mostrar y de relleno dentro del pacto histórico, etc. 

¿Por qué este tema debe de ponerse en nuestros radares y reflexiones? Por qué la participación de las mujeres negras en escenarios de poder y públicos debe ser garantizada, y merece poder transitar sin la hostilidad infringida por los dispositivos de control dispuestos por el sistema patriarcal y racista, tal y como lo es la violencia Misogynoir. Por lo tanto, debemos combatir este odio soterrado visibilizándolo, denunciándolo, y, sobre todo, asumiendo que desde el lugar en el que se juegue su credibilidad política una mujer negra, no puede ser permitido que se promuevan narrativas racistas y sexistas en su contra, profundizando los estereotipos sobre su cuerpo y su existencia.

Simplemente, es recordar que la #VidaDeLasMujeresNegras importan, en tanto fuentes fundamentales contra las narrativas hegemónicas.

[i] Tomado de El colombiano. Campañas de odio, la estrategia electoral que aflora en las redes https://www.elcolombiano.com/colombia/campanas-de-odio-la-estrategia-electoral-que-aflora-en-las-redes-sociales-BE16306722

[ii] Tomado de El colombiano. Campañas de odio, la estrategia electoral que aflora en las redes https://www.elcolombiano.com/colombia/campanas-de-odio-la-estrategia-electoral-que-aflora-en-las-redes-sociales-BE16306722