La endometriosis: fruto silencioso del patriarcado
17 de junio de 2023
Por: Diana Lorena Montaño Riasco
¿Sabes por qué enfermamos? ¿por qué, aunque nos extraigan un tumor o una masa esta puede volver aparecer? La enfermedad es una alerta de nuestro cuerpo sobre una situación, actitud o creencia conflictiva, algo que no hemos podido resolver y que se ha somatizado afectando nuestra psiquis y emociones. Actualmente, en Colombia somos más de 5 millones de mujeres que padecemos endometriosis. Es decir que, de manera colectiva nuestros cuerpos están manifestando un conflicto irresuelto. ¿Qué problema podría llevarnos a enfermar con una patología crónica? Desde mi punto de vista, “el sistema patriarcal que aún permanece intacto”[1] Sí, sé que suena polémico, pero el patriarcado impacta nuestras vidas psicológica y físicamente. Así que “ponte pa la cosas”[2] y reflexionemos sobre está realidad.
¿Qué es el patriarcado? Tal cual, lo define bell hooks[3] es,
“un sistema político-social que insiste en que los hombres son intrínsecamente dominantes, superiores a todo y a todos los considerados débiles, especialmente a las mujeres, y dotados del derecho a dominar y gobernar sobre los débiles y a mantener esa dominación a través de diversas formas de terrorismo psicológico y violencia”[4]
Dentro de este sistema estamos tanto hombres como mujeres siendo afectados en diferentes niveles, por ende, somos gobernados por sus reglas que rigen la religión, las escuelas, nuestras familias, nuestros empleos y nuestra vida social. ¿Cuáles son las exigencias del sistema patriarcal?
- Obediencia ciega
- Represión de nuestras emociones excepto el miedo
- La destrucción de nuestra fuerza de voluntad
- La represión de nuestro pensamiento
- Moldearnos a sus valores culturales de subyugación, subordinación y sumisión.
El cumplimiento de las normas establecidas por el sistema tiene gratificaciones distintas para los hombres como para las mujeres, los primeros obtienen privilegios del sistema, mientras que a las niñas y mujeres se nos excluye y deja por fuera, por eso estamos más interesadas en retar la estructura. Sin embargo, este deseo de transgredir la norma genera una tensión psíquica frente a las enseñanzas impartidas por los dispositivos de control creados para subyugar nuestra fuerza de voluntad. Estas instrucciones se han enraizado en que como mujeres debemos:
- Servir
- Ser débiles
- Liberarnos de la carga de pensar
- Cuidar y nutrir a otros
- No ser violentas
- No manifestar rabia o enojo.
Esta situación de tener que ser algo que no se desea, porque el sistema lo impone como una situación natural, genera una situación de stress postraumático e impotencia que va somatizándose en el cuerpo hasta generar una enfermedad. A las mujeres que padecemos la endometriosis se nos diagnostica un exceso de estrógenos, que el hígado tiene dificultades para eliminar. De modo que, los problemas de hígado se exteriorizan cuando se tiene miedo de las consecuencias, y sobre todo de fallar en una tarea[5]. Así, “La persona afectada por los problemas hepáticos suele ser del tipo que no se ofende porque se siente indefensa, incompetente ante las ofensas. Siente amargura y tristeza. Cuando lleva ya mucho tiempo reprimiéndose, en lugar de sufrir un ataque de enojo y desahogarse, sufre una crisis hepática”[6]
En este orden de ideas, la represión de nuestras emociones y pensamientos comienza a llenarnos de tristeza y apatía, reprimiendo la rabia que sentimos hacia el sistema patriarcal. Así es como nuestro endometrio, tejido que recubre el interior del útero, comienza a inflamarse en cada ciclo menstrual, produciendo sangrados abundantes e intenso dolor. Esta hinchazón, es la expresión corporal de una rabia por algo o alguien, lo cual produce calor en la zona afectada, dolor y tumefacción[7].
Por otra parte, no podemos perder de vista que en el mercado laboral se le exige a la mujer abandonar y negar su feminidad en los aspectos que no sean útiles para el sistema. Por lo que, se exacerba la importancia de cómo luce físicamente, se le exige poder con todas las tareas delegadas laboralmente, siendo muy mal visto que se niegue o manifieste agotamiento. En tanto, por ello, se le hará hincapié en su condición de debilidad por su condición femenina. A su vez, se le ponen limitaciones y sobre exigencias cuando son madres, lo que, sin lugar a duda, lleva aun rechazo inconsciente de la maternidad para adaptarse a los estándares del sistema. Así que, las mujeres que padecemos la endometriosis somos, “del tipo que lo dirige todo, muy capaces en concebir en distintas áreas, pero con un rechazo involuntario a la maternidad”[8].
Estas son algunas de las razones, por las que, para mí, el patriarcado es un factor de alto riesgo para que las niñas y mujeres desarrollen endometriosis. Una enfermedad silenciosa, que si no se detecta tempranamente sus posibilidades de curación son limitadas, según han reportado la organización mundial de la salud. De modo que, cuestionémonos sobre ¿qué podría pasar si rompemos el silencio que promueve la negación de que el patriarcado afecta nuestras vidas, nuestra salud, mente y bienestar? Seguramente, desmantelaríamos y cambiaríamos este sistema que está patologizando crónicamente nuestros cuerpos.
[1] bell hooks en su Libro Masculinity: The will to change. P.29
[2] Esta frase la conozco por la comunidad bonaverense para hacer referencia a que “hay que ponerse en disposición” “ ponerse con la actitud” “ Asumir un compromiso” Actualmente, se usa la expresión por gran parte de la comunidad afrocolombiana, en su mayoría jóvenes.
[3] Su nombre se escribe en minúsculas por preferencias de la escritora
[4] bell hooks en su Libro Masculinity: The will to change. P.18
[5] Diccionario emocional. Hígado https://www.sanateysana.com/diccionarioemocional.html#_H%C3%8DGADO_(dolores_de%E2%80%A6)_1
[6] Ibid.
[7] Diccionario emocional. Inflamación https://www.sanateysana.com/diccionarioemocional.html#_INFLAMACI%C3%93N_(ver_tambi%C3%A9n:
[8] Diccionario emocional. Endometriosis https://www.sanateysana.com/diccionarioemocional.html#_ENDOMETRIOSIS