Desnaturalizar la desaparición en Colombia
13 de mayo de 2023
Por: Diana Lorena Montaño Riasco
Suena a sarcasmo que, al reportarse la desaparición de una persona, automáticamente se increpa a al familiar que informa del suceso, aludiendo a que, “Debe estar de farra”, “esta con el amante”, “seguro se escapó con el novio”, “ya no lo busquen, la van a dañar la diversión”. La sociedad se enviste de un rol de juez que no le corresponde, llenado de ironía el hecho de desaparecer en un país que “entre 2017 y 2021 un total de 16.361 personas fueron reportadas como desaparecidas, de las cuales 10.362 son hombres y 5.999 son mujeres”[1] El hecho de que socialmente no le demos la relevancia a la desaparición parece estar correlacionado a que los organismo de búsqueda de nuestro no actúan con diligencia, las investigaciones tarden en abrirse y se cierren de inmediato al dar con el paradero de la persona desaparecida, sin investigar los hechos y circunstancias alrededor de su desaparición.
La normalización de la desaparición denota la existencia de una sociedad enferma, la cual esta absorta en sus prejuicios responsabilizando a las víctimas o justificando las razones por las que les ha sucedido dicha situación, algunos expresan que “es porque se lo ha buscado”, “ha sido ingenu@”, o “le ha faltado malicia”. Esto muestra que, se considera a quién desaparece con el potencial de evitar su desaparición, y con ello, se exime de responsabilidada las redes externas o personas perpetradores que están implicadas. Además, de omitir la responsabilidad Estatal en la prevención de la desaparición.
En Bogotá en promedio se reportan diariamente 7 personas desaparecidas, en su mayoría son casos de menores de edad. En el 2021 en las localidades en las que mayores reportes fueron “Ciudad Bolívar (280 casos), Kennedy (260 casos), Bosa (200 casos), San Cristóbal y Suba (180, respectivamente)” [2] ¿ Por qué si la situación de desapariciones está alarmante no se han tomado las medidas necesarias para su atención, prevención y seguimiento? ¿Acaso las desapariciones en zonas marginalizadas de Bogotá son un asunto menor para los organismos de investigación?
En el 2022 la defensoría del pueblo, expreso que se requería mejorar la búsqueda de personas desparecidas, aludiendo a la obligación moral de evitar el sufrimiento. Señalando que,
- Se debe contar con un reporte unificado de personas desaparecidas
- Deben ser mejorados los mecanismos de coordinación interinstitucional para dar respuestas eficientes a las familias.
- Se requiere capacitar a los funcionarios que atienden a estas denuncias
- Se deben mejorar los mecanismos de coordinación interinstitucional
A pesar de estas recomendaciones, la negligencia en el sistema de búsqueda de desaparecidos es rampante. A los familiares les toca ir a tocar la puerta de cada una de las instituciones, relatando una y otra vez, las circunstancias de la desaparición de su familiar. Teniendo en cuenta que debieron esperar 48 horas para que les reciban la denuncia, a pesar de que se deberían recibirse inmediatamente. Luego, de esto deben hacerse de sus propios medios para socializar en medios de comunicación y redes sociales sobre el no hallazgo de la persona.
Esperar semanas para la asignación de investigadores, además de otra cantidad de peripecias por las que debe atravesar. Todo esto, sin contar con un apoyo institucional que se encargue de hacer la activación de todas estas alertas rápidamente. A mi parecer, todo este tiempo de esperas permite que las personas implicadas en la desaparición puedan asesinar, violar o tratar con motivos de explotación sexual a la víctima, dado que el sistema estatal cuenta con una operación tortuga, que les permite a los criminales beneficiarse.
Este panorama, precisa de la urgencia de contar con reacciones inmediatas sociales e institucionales frente a la búsqueda de personas, desnaturalizando respuestas prejuiciosas sobre las posibles causas de la desaparición que aluden a una motivación personal. Quizás, así lo sea, pero la obligación de la institución es buscar a quién desaparece en condiciones anormales, a quien es menor de edad, a quien sufre de algún trastorno mental u otra condición que le haga influenciable.
Las investigaciones judiciales no se abren o cierran según las opiniones subjetivas sino según los hechos investigados, y si en lo acontecido se encuentra que es por motivos personales, las instituciones deben generar protocolos de prevención al respecto, pero NUNCA PUEDEN DETERMINAR NO INDAGAR.
[1] El Espectador: Más de 200.000 personas han sido reportadas como desaparecidas en Colombia . https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/mas-de-200000-personas-han-sido-reportadas-como-desaparecidas-en-colombia/
[2] Semana – Cada día se reportan en promedio siete personas desaparecidas en Bogotá https://www.semana.com/nacion/articulo/cada-dia-se-reportan-en-promedio-siete-personas-desaparecidas-en-bogota/202221/