Acorralar la dignidad
Por: John Henry Arboleda Quiñonez
Recordar las gestas libertarias de Haití, nos permite dar cuenta de las primeras constataciones del poder de los esclavizados en su lucha por reposicionar la dignidad y humanidad de los afrodescendientes en este lado del planeta, pero el análisis no puede quedarse allí, nos corresponde preguntarnos que sucedió después, una vez se consolidó la revolución, cuando el imperio Francés encabezado por el mismo Napoleón, sitió y atacó la isla con todo su poder militar, reforzando y reinstalando el lugar de este imperio en la reconfiguración el sistema-mundo-moderno capitalista, racista y excluyente, garantizando que la nueva nominación de los haitianos como república independiente fuera clasificada como la nación más pobre y con mayores carencias en el mundo occidental, gestión exitosa, puesto que hasta hoy se mantiene.
Es menester recordar que las luchas mediante las que los subalternizados y racializados acceden a rehacer su dignidad, solo han constituido la coyuntura más corta en los combates por reinstalar la humanización de los hijos e hijas de la diáspora africana en américa y el caribe. Este es un ejemplo que nos da la historia de que el acorralamiento de la dignidad ha tenido manifestaciones en distintas geografías y momentos en la consolidación de los estados-nación en occidente, el acorralamiento de la dignidad se repite tanto en escala regional, nacional y local. Un ejemplo actual de lo referenciado lo encontramos en el ahogamiento y cerco soterrado ejercido sobre la nueva administración distrital de la ciudad-puerto de Buenaventura.
Para este análisis es importante recordar que la actual administración del distrito de Buenaventura es el resultado de un proceso de articulación de un número importante de expresiones organizativas, que en el mediano plano consolidaron una propuesta alternativa que se transformó en fuerza política, la misma que en las ultimas contiendas electorales desplazó a los viejos y tradicionales grupos políticos que administraron la ciudad con libertad los últimos veinticuatro años. A esta nueva administración, le han sobrevenido ataques sistemáticos que apuntan a desestabilizar su gestión, esto empeorado por la crisis de salubridad y emergencia social debido al virus del Covid-19.
Con solo dos meses frente a la administración del distrito de Buenaventura, el alcalde ya expresaba abiertamente su inconformidad por no estar recibiendo las destinaciones presupuestales provenientes de gobierno central, lo que dificultaba el funcionamiento de las diferentes dependencias y atentaba contra la formalización del proyecto de gobierno propuesto en su campaña denominado “Buenaventura con dignidad”.
Otro ejemplo de acecho y acorralamiento que se presenta contra la actual administración de Buenaventura, lo constituye la velocidad paquidérmica con que las Sociedad Portuaria habilita u ordena la destinación de las regalías que legalmente le corresponden al distrito por concepto de funcionamiento de la estructura portuaria. Sumado a esto, las inconformidades del burgomaestre, de su equipo y de la población se profundizaban por las decisiones del gobierno departamental del valle, desde donde se definió la creación de una dependencia denominada oficina territorial del Pacifico, poniéndola en cabeza de una de las antiguas contrincantes del actual alcalde. Las funciones asignadas a esa nueva dependencia demuestran el interés que trasversalmente opera en las administraciones regional y nacional de debilitar el proyecto político que actualmente gobierna al distrito de Buenaventura. El más claro ejemplo de ello es que, en la coyuntura de emergencias biológica, económica y social que han sido declaradas a nivel nacional como consecuencia de la pandemia generada por el virus del covid-19, la distribución de las ayudas económicas y mercados provenientes de la administración regional se ha hecho desde la mencionada oficina. Esta situación debilita la confianza y apoyos que la ciudadanía le procuraba a una administración que consideraban independiente y encaminada a garantizar los derechos de la comunidad, trasladándolos hacia la nueva dependencia y hacia la administración regional.
Esos tres ejemplos evidencian que existe una orientación política que opera de forma estructural y coyuntural, a través de ella se está generando un cuello de botella o un nudo gordiano con el que simulan que están quitando la rodilla del cuello de la población bonaverense, pero, lo que realmente ocurre es que se sostiene con mayor fuerza el pie con más fuerza sobre la cabeza de la actual administración distrital, para impedir los procesos de dignificación y restablecimiento de derechos que fueron los pilares sobres los que se construyó el proyecto de administración. Esa es una clara forma de mostrar a la opinión pública nacional e internacional cuales son las estrategias con las que, actualmente, se acorrala la dignidad.