Enero 15 de 2023

Por: Diana Lorena Montaño Riasco

La confirmación más estrepitosa del boom de la sesión #53 de BZRP con Shakira, es que el amor romántico se mantiene en la punta de Iceberg y “facturando”, muy a pesar de los grandes cuestionamientos que se han hecho al mismo desde las diferentes vertientes del feminismo: un montón de teoría que aún no logran desenraizar la noción del amor incondicional y eterno de cuento de hadas. ¿Por qué nos cuesta tanto despertar del ideal del amor romántico a pesar de intentar un sin numero de relaciones y fracasar una y otra vez? Nos aferramos a un modelo decadente sólo por el placer de saborear unos instantes de placer, acompañados de toneladas de miseria.  

Tan sólo el año pasado se registraron 26. 519 divorcios en Colombia, cifra que no tiene presente los rompimientos de relaciones en unión libre. Sin embargo, continuamos insistiendo en el sueño de un amor para siempre acompañado de un sinfín de expectativas sobre la pareja, y cuando este ideal tambalea nos derrumbamos, culpamos a la otra persona de no haber correspondido a nuestros ideales, sufrimos y entramos en un círculo de violencia, bien sea como victimas o victimarios. Pero ¿por qué no despertamos del modelo del amor romántico si sabemos que nos causa un dolor interminable? Porque, según nos comparte en sus reflexiones Nilda Chiaraviglio, no hemos derrumbado los paradigmas patriarcales que sostienen este amor hollywoodense, el cual conserva la noción de la propiedad privada (la pareja me pertenece), por ende, merece el sometimiento y sufrir dentro de la relación monogámica establecida.

Nilda Chiaraviglio indica que los siguientes paradigmas patriarcales, hacen referencia a maneras de interpretar el Amor desde el patriarcado falocéntrico:

1. Jerarquía: Aquí uno domina y otro se somete ¿Quién se somete? mujeres, niñxs, ancianos y débiles económicamente.
2. Confrontación: Pelear por tener la razón, cuando no existe una verdad única sobre la manera de interpretar la realidad. Aquí prima la idea de ser depositarixs de la verdad absoluta. No hay diálogo ni comunicación ni se escucha a la otra persona.
3. Competencia: Aquí una persona sabe más que el otro, por ende, considera a quien no esta a su nivel un ser inferior.
4. Exclusión: Aquí quien no piensa como yo debe ser excluidx.

Derribar estos paradigmas implica que apostemos a la construcción del amor, entendiendo que, el príncipe azul y la damisela en peligro no existen al igual que el amor de cuento de Hadas. El amar tiene que ejercer en autonomía, libertad y sin expectativas. Esto nos da la oportunidad de explorar otras maneras de interpretar la realidad amorosa, superando el amor incondicional por uno con condiciones, porque si no establecemos acuerdos como podemos amar al otro sin violencia.