Confrontar el progreso

Por Última actualización: 18/11/2024

Por: Jefferson Montaño Palacio[i]

 

No aceptarlo de rutina como la panacea propuesta por el ex presidente Harry Truman, en 1949, es una necesidad vital para nosotros los del mundo dependiente, porque en ello se juega la autonomía, la personalidad y la cultura, las bases productivas y la visión del mundo que nos ha dado el hábito de vida como seres humanos y pueblos dignos de respeto y buen vivir, de un buen futuro, de Ubuntu.

Por más de cincuenta años, en Suramérica, África y Asia se ha predicado en lo  peculiar un evangelio con un fanatismo desmedido. El desarrollo formulado inicialmente en EE.UU. y Europa durante los años siguientes a finales de la Segunda Guerra Mundial, aceptado por las élites y gobiernos del Tercer Mundo, a partir de ese momento el modelo del desarrollo desde sus inicios contenía una propuesta históricamente incidida desde la Antropología en la formulación de una transformación total de las culturas y procesos sociales en tres continentes de acuerdo con los dictados del llamado Primer Mundo. En ese sentido, se considera que el modelo económico y tecnológico, la llamada planificación de la noche a la mañana en lo cual muchos milenials mediante complejas culturas se convierte en clones de los racionales occidentales, de los países considerados económicamente avanzados, donde pese a la tan anhelada transformación pareciera más bien que el desarrollo solo se manifiesta para multiplicar la sistemática arremetida ante los problemas socioeconómicos de Asia, África y Suramérica.      

Por otro lado, basta citar nuestra mirada sobre los países biofísicos, económicos y culturales de la mayor parte del Tercer Mundo para darse cuenta de que el desarrollo está en crisis, la violencia, la pobreza, el deterioro social y ambiental, hacen parte de la invención del tan sofisticado desarrollo acogido por las naciones emergentes.

El desarrollo debe ser visto como un régimen de representación como una “invención” que resulto de la historia de la postguerra y que, desde sus inicios, moldeó toda posible concepción de la realidad y de la acción social desde los países que desde entonces hemos conocido como Subdesarrollados, el cual se detiene a examinar en detalle las estrategias de desarrollo concebidas a los campesinos, las mujeres y el ambiente. El tercer mundo está en vías de desaparecer esto ocurre debido a que el Segundo Mundo el cual conocemos mediante las economías socialistas de Europa del este haya desaparecido mediante la sagrada trinidad del orden mundial ante la postguerra entes llegando a su fin, por el fracaso demoledor del desarrollo en términos de sus propios objetivos y gracias a la creciente resistencia y oposición a él por parte de un número cada vez mayor de actores y movimientos sociales de importancia.

¿Cómo es posible alterar sus finalidades y modos de operación? Esto requiere prácticas sociales que relacionen los procesos sociales, económicos y políticos con las transformaciones tecnológicas, las creaciones artísticas culturales a través de los esfuerzos por superar graves problemas socioeconómicos que afectan a la mayoría de la población. Hoy los sistemas políticos esta invocados en esta tarea, la cual supone la invención de identidades subjetivas, de otras superficies de vida, nuevos territorios existencialistas, en resumen es posible imaginar nuevas formas de organizar la vida social, económica y cultural, entendiendo que los sistemas tecnológicos y económicos pueden ser reorientados solo en los gobiernos que poseen el poder; entre esos políticos convencionales, capitalista, narcotraficantes, entre otros.

Colombia cuenta con un grupo denominados “Kinderes” siendo estos políticos jóvenes quienes han entregado su capacidad e imaginación al “statu quo”, a esta pobreza conceptual se opone con frecuencia la actividad de que, algunos movimientos sociales e intelectuales consecuentes vean en lo económico y tecno científico, no el material para una irresponsable aventura más en desarrollo si no la posibilidad de inventar ser libres, a esto le llamamos posdesarrollo. 

Según Michel Porter en su texto la ventaja competitiva de las naciones, nos plantea que ha fascinado y absorbido la atención a escritores, gobiernos, compañías durante todo el tiempo en el que ha habido unidades sociales, económicas y políticas. En campos tan diversos como la Sociología, la Antropología, la historia, la economía y la ciencia política se han hecho persistentes esfuerzos para comprender las fuerzas que explican los interrogantes planteados por el progreso de algunas entidades y la decadencia de otras.

Por otro lado, el Robert Nisbet señala que el concepto de desarrollo basado sobre el progreso para occidente históricamente el significado pasa por los campos de concentración nazi y la hecatombe de Hiroshima y Nagasaki, ha sostenido que las ideas de progreso para la humanidad han avanzado en el pasado a partir de una situación inicial de primitivismo, barbarie u incluso nulidad y que sigue y seguirá avanzando en el futuro. El pasado de lo inferior a lo superior es entendido como un hecho tan real y cierto como cualquier ley de la naturaleza.    

Finalmente, John Bagnell Bury en su libro “La idea del progreso” señala que la idea de progreso es una síntesis del pasado y una profecía del futuro. Es una idea inseparable de otra según la cual el tiempo fluye de manera unilineal; la mayoría de los pensadores de occidente a lo largo del tiempo hace más de (dos mil años), se muestran partidarios del dogma del progreso. Sin embargo, la creencia en el progreso no siempre ha producido un impulso hacia adelante, la fe en el progreso de la humanidad ha convivido y convive con otras creencias horrorosas. Adam Smith y John Stuart Mill, ambos economistas ingleses han señalado a través del tiempo que la riqueza era indicadora de prosperidad u la decadencia más hostil de un Estado-Nación.  

[i] Periodista, documentalista e investigador

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