Ojalá la vida nos perdone
Por: Juan Esteban Araújo[i]
¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Es aquí el lugar en el que hemos de bajar ancla y concluir este deambular entre un mar lleno de pesadillas tan largas que el silencio como un milagro de las olas suelen apagar?, me pregunto y trato de despertar pensando que aquí no hay más que el sueño pesado y frívolo de mi infancia. Mas, no es así, aquí estoy en plena realidad y estío del vivir escuchando una y otra vez las corcheas y a veces semifusas de tempo descontrolado que penetran cuerpos y rompen corazones: le llaman violencia… Y si esto es un viaje, ¿merecemos tal suerte? Entonces, ¿qué son los sueños?, ¿serán la ilusión que nos mantiene vivos y con el ánimo de enfrentarlo todo? El sin número de preguntas que se relacionan me sobrecogen; paradójicamente, lo que nos envuelve en el miedo es algo inexistente: el porvenir. Una lucha entre lo que debemos ser y no, para que la esperanza se mantenga y vuele hasta la quietud. Pero esta conclusión es de la vida misma y no de los grandes pasajes ideados en el telar de quienes intelectuales depositan su gran conocimiento en los libros, ni mucho menos de la sociedad compuesta por ideales que son sistemas de muerte; de lo contrario, si allí estuviesen, creo que nunca la hubiese conseguido. Haber nacido y crecido en medio de un conflicto armado, no me podía llevar a menos, haciéndome sentir hasta afortunado de lo que hoy pienso, que no es una constante en todos los casos, aunque así lo quisiéramos, como si la realidad que vaga entre el optimismo de las cosas fuera tan cierto y pudiera redibujarse.
Pero ¿qué culpa tenemos de la indiferencia y de que el destino aquí nos dejase? Creo no entenderlo, pero sé que erro en esta idea cuando encuentro en el camino todas mis huellas, como si de inquebrantable silencio pintado entre dos tenues colores se tratara: uno llamado valentía y otro miedo.
Con todo eso, avistamos la sangre que baja desde Cali a Samaniego, ¿y ahora en dónde ha de desbordarse ese río pesado que no solo lleva sangre, sino lágrimas? Lo sabremos nuevamente cuando se escuche el grito de una madre, el llanto de un hermano y veamos el estío en tornasol. Siempre será el momento para romper ese silencio antes de que ocurra; cuando entendamos que estamos por encima de lo biológico salvaremos a muchos, pero para los que ya ha sido demasiado tarde miraremos hacia cielo pensando en nunca olvidarlos, en apagar el dolor y en el que baja su mirada pidiendo a gritos que ojalá la vida nos perdone.
Ese momento, puede ser ahora, simplemente ahora…
[i] Juan Esteban Araújo, es un escritor y estudiante universitario afrocolombiano. Nació el 2 de septiembre del 2000 en Tumaco, Nariño, Colombia. Fue galardonado en 2015, con el Premio Despertar del Pacífico colombiano en la categoría Excelencia Académica. Admitido en 2017 a la Universidad Nacional de Colombia al programa de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina. Actualmente es líder juvenil, youtuber y representante estudiantil.
Como escritor, sus obras aparecen publicadas en antología en libros como “Que los derechos no sean un cuento” (2017) e “Historias de aeropuerto” (2019).