21 de noviembre de 2025

Por: Diana Lorena Montaño Riasco

“Cada uno es libre de escoger a su pareja”, suele decirse en la elección de una relación erótico-afectiva, pero ¿qué tan “libre” es la elección de pareja de una persona negra? En los últimos meses, ha sido constante la indignación manifestada por mujeres negras, frente a la denigración de sus existencias por parte de algunos hombres negros con parejas blanco – mestizas. Estos hombres están determinados a definir la superioridad de su pareja comparándola con la mujer negra, a la cual ellos identifican como inferior.  ¿Por qué esta tendencia malsana de denigrar a las mujeres negras para poder justificar sus decisiones erótico-afectiva? Evidentemente, una tendencia “Negrofoba”.

A la persona Negrofoba, según nos plantea Frant Fanon, “no le anima el odio al negro; [porque] no han tenido el valor o ya no lo tienen”[i]. El negrofobo tiene “una rabia de sentirse pequeño, una incapacidad de toda comunión humana que se confinan en una intolerable insularidad (…) Cuya única puerta de salida desemboca en el mundo blanco[ii]” Esta persona tiene comportamientos malsanos, bajo la premisa de estar “salvando o blanqueando la raza” por un bien mayor.

Este comportamiento fóbico, muestra la alienación psíquica de la persona negra   dentro de una estructura racial avocada al mestizaje. En este sentido, es importante precisar que estas actitudes no son creación perse de los individuos alienados, sino que corresponden a una implantación moldeada desde su infancia sobre cómo debe entender el mundo. Quizás, ustedes recuerdan un experimento social donde teniendo de referencia un muñeco negro y uno blanco, se le pide a niñxs negros que señalen cuál es inteligente, e bello, el bueno y el malo (Cual tema de Tego Calderón).  En este experimento al muñeco blanco se le supuso una inteligencia y honestidad innata. Mientras que al muñeco Negro, se le asumió como inferior, feo y deshonesto[iii]. ¿Qué nos corrobora este experimento social? Que la alienación psíquica se da gracias a un sistema que infunde en las infancias negras manera de comprender el mundo excluyéndoles, lo cual determina en su desarrollo la orientación hacia acciones fóbicas hacia sus co- raciales.

No estoy excusando a estos hombres negros que vituperan sobre nosotras las mujeres negras, no es mi propósito.  Para mí, lo crucial es entender este comportamiento como una producción propia de un sistema racista, y lo tratemos como lo que es, un fenómeno estructural que requiere acciones de lucha sistemáticas, que van más allá de la indignación y nos llevan a buscar la transformación estructural. Pero ¿por qué desistir de las reacciones digitales coyunturales?  Debido a que la persona negrofoba, no renuncia a este comportamiento fóbico por presión mediática. En tanto, su accionar es propio de un comportamiento neurótico obsesivo según determina Fanón, y se manifiesta de las siguientes maneras:

• Preocupación permanente de llamar la atención del blanco
• Intranquilidad de ser poderoso como el blanco
• Validación de su ser a través de la adquisición compulsiva de propiedades. Entiéndase, propiedad como joyas, bolsos, ropa, frecuentar lugares caros, etc.
• Tratar de ser la única persona negra en un salón de baile, en una tienda de marca, en un grupo de amigos blancos, etc.
• Detestar que se le asocie con personas negras desde lo denominativo hasta lo actitudinal, en tanto esa persona se concibe como distinta y superior a sus co–raciales.
• Incapacidad de complacerse a sí mismx sin el beneplácito de las personas blanco – mestizas.
• Usar frases, proverbios que denigran a las personas negras, reírse de ello y asumirlo como verdades inamovibles.
• seguir determinadas normas de conducta para la elección de una pareja, donde se excluye a una persona negra por considerarles inferiores.
• Pensar que conocer una persona blanca- mestiza comprensiva representa una esperanza de entendimiento.
• Aspirar a ser admitido en el mundo blanco- mestizo.
• Necesitar la autorización de la persona blanca – mestiza para ser
• El desprecio y la vituperación hacia las mujeres negras en público o privado sobre sus cuerpos, maneras, actitudes y habilidades.

De modo que, hombres negros que desprecian a las mujeres negras son neuróticos obsesivos patológicos, cuya alienación psíquica los lleva a menospreciar a sus co- raciales para ganarse el beneplácito de mujeres blanco – mestizas y mundo blanco. Este “negro inferiorizado va de la inseguridad humillante a la autoacusación resentida hasta la desesperación[iv]”   y esta última, es la expresión reiterativa que vemos manifestarse en las redes sociales.

Así las cosas, la elección de pareja en la comunidad negra no es un acto completamente libre, sino que está profundamente condicionado por estructuras racistas y procesos de alienación internalizados desde la infancia, que llevan a algunos hombres negros a denigrar y menospreciar a las mujeres negras en busca de aceptación en el mundo blanco-mestizo.  Por lo que, requiere un esfuerzo de desalienación estructural sistemática para hacer consientes estas actitudes implantadas en inconsciente colectivo del Pueblo Negro, y que se expresan a través de individualidades en tensión existencial de mostrarse tal y como son: El ser o no personas negras desalienadas dentro de un mundo blanco. Esta tensión también es expresada por Sergio Mosquera en su libro Traumas Psicosociales post Esclavización, el cual espero abordar en una próxima columna.

[i] Fanon, F., Piel negra, máscaras blancas. Ediciones Akal (2009). P. 72

[ii] Ibid. P. 70y 71

[iii] Video Doll Test – Los efectos del racismo en los niños (ESP)

[iv] Ibid p. 76