Reasentamientos y conflictos urbanos en el Distrito de Buenaventura

Por: Edgardo Perea Riascos[i]

En la adecuación de los terrenos para la posible ejecución del proyecto plan máster que se tiene previsto mejorar algunas zonas de los sectores de baja-mar contando desde el barrio San José, hasta Alberto Lleras Camargo, seguido el antiguo parque Néstor Urbano Tenorio ya remodelado como Malecón Bahía de la Cruz junto al Boulevard del centro en Buenaventura, se realizó un proceso de ‘’reubicación’’ a cientos de pobladores hasta las instalaciones de la urbanización San Antonio.

La Urbanización San Antonio se encuentra ubicada en el sector continente de la ciudad de Buenaventura, zona rural, se compone por poblaciones vecinales procedentes de diferentes sectores de baja-mar como son los casos de los barrios; San José, Campo Alegré, Viento Libre, La Playita, Alberto Lleras Camargo, cuales son sectores populares que, desde hace aproximadamente dos décadas les ha tocado hacer frente al conflicto armado interno que interrumpió la convivencia vecinal que acostumbradamente tenían.

San Antonio esta compuesta por personas de estratos uno, dos y muy pronto tres, comúnmente, diferentes formas de pensamiento y aunque tradicionalmente muchos de ellos han compartido el escenario comunitario, sus formas culturales endógenas son distintas, unos habitan en contextos familiares donde los hechos conflictivos por diferentes motivos son constantes y predominantes, otros por el contrario, forman parte de familias muy unidas en las que no se evidencian conflictos que se hagan visibles ante la comunidad, como ocurre en otros casos donde los actos de desacuerdos son expresados públicamente mostrando al resto de la comunidad, la existencia de desacuerdos intrafamiliares.

Desde el año 2013, que fue reubicada la población en ese contexto, soportan una serie de limitaciones al no contar con espacios sociales necesarios para su pleno desenvolvimiento comunitario.

Él conflicto es un tema complejo de abordar debido a la variedad de enfoques que a este le subyace en la realidad de las sociedades, específicamente en la interacción entre individuos, grupos sociales y naciones. El conflicto es un hecho inherente al ser humano, pero de acuerdo a la forma como sea visionado y tratado por los individuos implicados en una determinada situación conflictiva, este se resuelve, prolonga, complejiza o en su defecto, se observa como la oportunidad para avanzar en la satisfacción de necesidades personales y sociales.

En primer lugar, se tiene que la comunidad se encuentra considerablemente distante de su anterior lugar de habitabilidad tradicional, evento que se convierte en la primera forma de conflicto debido a que se tratan de familias que habitaban el sector isla de la ciudad, evento que les permitía tanto a mujeres como hombres, solventar sus necesidades básicas puesto que el desempleo y las necesidades básicas insatisfechas, son una constante en la comunidad; hecho que conllevaba a gran parte de la comunidad, a aprovechar el escenario comercial contiguo a sus barrios, representados en espacios como la galería de Pueblo Nuevo José Hilario López , el muelle turístico, y alguna zona pesquera, el comercio y otros sectores, hacer uso económico de esos sectores, para sacar provecho económico de los mismos.

Por otra parte, se tiene que la línea de trasporte público que cubre la ruta a San Antonio, trabaja hasta horarios nocturnos limitados, lo que genera conflictos para muchos, después de las ocho de la noche, el transportarse se convierte en una situación conflictiva más que todo en el acceso entre San Antonio uno y dos, años atrás ha sido escenario de diferentes violaciones, torturas y desapariciones.

En ese contexto de ideas, se puede indicar que el conflicto armado es una de las expresiones con las cuales mayormente han afectado a las comunidades y que ha cobrado la vida de una multiplicidad de habitantes adolescentes, jóvenes y adultos, mujeres y hombres que en calidad unos de víctimas y otros de victimarios, han tenido que afrontar las vejaciones de ese flagelo social.

En la actualidad, la comunidad de San Antonio no representa la expresión de conflicto armado como se daba en los contextos de habitabilidad tradicional; hoy por el contrario gozan de una comunidad más tranquila, pero eso no significa que el tema de convivencia sea un hecho magnífico, aunque en muy poca escala, en la urbanización se han presentado hechos violentos, acciones armadas o de amenazas que en determinado momento afectaron la tranquilidad de las familias. Hay quienes manifiestan encontrarse en una comunidad más tranquila, lejos de las balaceras, y por las amenazas de estallidos de violencia como ocurría en los barrios de antigua habitabilidad, sin embargo, no se puede desestimar en el actual estudio, que la urbanización San Antonio ha presenciado el surgimiento y desarrollo de múltiples formas conflictivas que ponen en juego. La convivencia vecinal y familiar.

El conflicto en diferentes manifestaciones se hace presente de forma continua en una comunidad que no posee las condiciones sociales adecuadas para su subsistencia.

Lo anterior se expresa claramente, teniendo en cuenta que un conflicto no siempre surge de desacuerdos entre personas, también se dan por la carencia de necesidades básicas como es el caso de la presente situación que conlleva a causar vejaciones entre comunidad y gobierno local, como también, entre la comunidad y sus representantes comunitarios, que se manifiesta en algunos momentos, cuando miembros del barrio expresan que su líderes no se preocupan por realizar las debidas gestiones para mejorar las condiciones del barrio.

Según lo planteado hasta el momento, el conflicto armado se ha prolongado año tras año en algunos territorios del Distrito de Buenaventura, perjudicando la sana convivencia de la comunidad en algunos barrios y llevando a las personas a delinquir ya que no encuentran otra salida para mejorar su condición de vida y las de sus familias.

[i] Sociólogo de la Universidad del Pacífico.