La matriz mediática y las alcaldías del establecimiento

Por Última actualización: 20/11/2024

 7 de enero de 2024

 

Por: Melquiceded Blandón Mena

La posesión de los gobiernos locales en los grandes centros urbanos del país, ha desencadenado matrices de comunicación política por parte del establecimiento bipartidista y gansteril, que pretende consolidar la idea, que, frente al supuesto «desgobierno» nacional del Pacto Histórico que encarnan el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez Mina, es necesario que el país volque todo su apoyo y  esperanza hacia los »nuevos alcaldes» de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.  

Sin embargo, salta la pregunta, ¿de qué desgobierno se habla, cuando el bloque hegemónico en el poder expresado en los grandes medios de propaganda, grupos económicos, fuerzas militares, fuerzas paramilitares y el establecimiento en general conspiran y bloquean permanentemente el conjunto de reformas del cambio? El régimen opera para no operar, o, mejor dicho, bloquea el cambio, y a su vez señala su «fracaso». 

¿cómo cifrar las «esperanzas» de reforma democrática en gobernantes locales que son financiados y representan los intereses del capital, el rancio establecimiento y los poderes facticos que controlan los territorios y el modelo gansteril de aseguramiento ciudadano.

En ese escenario, la comunicación mediática al margen de producir una opinión pública informada y crítica, genera y reproduce hechos políticos para la construcción, consolidación, mantenimiento, creación de crisis y caída de poderes, gobiernos o regímenes políticos. Es la práctica comunicativa como estrategia de lucha política o escenario de pugnas por el poder.

La pugna por el poder y la democracia en Colombia, pasa necesariamente por reformar y regular la producción falsa de información y el poder de los medios: las agendas informativas; el funcionamiento de plataformas como YouTube, Twitter, Facebook e Instagram; los monopolios mediáticos y el control de los contenidos. Es menester que propongamos a la sociedad el debate sobre la libertad de información, y que de allí surjan estrategias para regular el poder de la gestión política de los medios corporativos, pues ya nos decía un viejo refrán «una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero».

Sobre el Autor: Melquiceded Blandon Mena

Melquiceded Blandon Mena