Medellín a merced del turismo sexual

19 de marzo de 2024

Por: John Jairo Blandón Mena

Quienes conocen la historia de Bangkok en Tailandia, saben que, durante la Guerra de Vietnam, las decenas de miles de soldados estadounidenses que utilizaron a ese país como retaguardia, convirtieron a esa capital en un epicentro de la prostitución. La industria sexual que floreció desde esa época teniendo en los militares a sus mejores clientes, hoy continúa creciendo de manera exponencial. Tailandia es de lejos el país con más prostitución en el planeta. Hay estadísticas oficiales que registran más de 200 mil prostitutas en aquella nación del Sudeste Asiático.

Aunque allá, esa actividad representa casi 5 puntos del PIB; eso no ha impedido que Bangkok con sus famosos Barrios Rojos, sea considerada aún el orinal o patio trasero de buena parte de los turistas norteamericanos y europeos. Hay quienes encuentran similitudes de este relato con la realidad que se vive a 17.500 km de distancia en Medellín.

Lo primero, es afirmar que el ejercicio de la prostitución es una actividad que no está penalizada. No pretendo satanizarla; sin embargo, cuando ésta no se ejerce de manera libre y subyacen a ella mafias de trata de personas, de explotación sexual, de proxenetismo, entre otros delitos, es menester denunciarla a todo nivel y exigir de las autoridades la eficaz intervención.

Medellín junto a Cartagena son dos de las ciudades con mayor prostitución en el mundo. El portal https://bscholarly.com/ dedicado a publicar ranking en todos los ámbitos ubicó a Colombia en el cuarto lugar como el país con mayor número de trabajadoras sexuales por cada 100 mil habitantes. Y aquí, cifras de diversas fuentes, entre ellas las del Colectivo Feminista de Periodismo manifiesta.org en su informe “Medellín: la eterna primavera de la explotación sexual”, lo ratifican.

No me atrevo a afirmar, como hizo la escritora Carolina Sanín que: “Medellín se convirtió en un burdel a cielo abierto”. Tampoco como tituló el periodista peruano Guillermo Galdos su documental sobre el tema en 2014: “Medellín es el prostíbulo más grande del mundo». Sin embargo, quienes vivimos en esta ciudad, no podemos negar que transitar por lugares como: la calle 10, El Parque Lleras y varias zonas céntricas es encontrarse con cientos de mujeres de diversas edades, en creciente número, ejerciendo la prostitución.

No hay que ser un analista de ciudad, para evidenciar que la actividad está controlada por estructuras mafiosas que se benefician de toda la cadena del negocio. Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades) ha expresado en sus estudios que en la comuna 14, barrio El Poblado, donde están ubicados el Parque Lleras y la Calle 10, hay un control de un grupo de entre 20 a 25 hombres y mujeres que manejan la explotación sexual y el tráfico de drogas. Esos dos componentes son letales, y han dejado sólo en el mes pasado, el saldo fatal de cuatro estadounidenses muertos, según las autoridades, en hechos relacionados con el abuso de drogas en esas zonas. 

Asociado a este fenómeno del aumento desbordado de la oferta de drogas en la ciudad y de la prostitución, se ven en Medellín cantidades de extranjeros sin precedentes en la historia de esta urbe. Ellos, que son mayoritariamente jóvenes, se mueven principalmente en las zonas donde se concentran las trabajadoras sexuales y el comercio de estupefacientes.

El asunto es preocupante. Recientemente, incluso, ha habido capturas de foráneos explotadores de menores.

Adicionalmente, algunos sectores de la ciudad están experimentando un proceso especulativo en los precios de los arrendamientos por efecto de la demanda de viviendas por parte de los extranjeros, que en buena mayoría dejan de ser turistas para convertirse en residentes permanentes.

Si las autoridades no actúan de manera articulada, asistiremos pronto al nacimiento de la Bangkok sudamericana en Antioquia, Colombia.

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Adenda: Saludo la creación en el Ministerio de la Igualdad y la Equidad de la Dirección para las mujeres en actividades sexuales pagas.

Prostitución en Medellín

Sobre el autor

Doctor en Educación de la Universidad Católica Luis Amigó. Magíster en Educación del Tecnológico de Monterrey. Especialista en Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma Latinoamericana. Especialista en Métodos de Enseñanza Virtual de la Universidad Católica del Norte. Especialista en Estudios Afrolatinoamericanos y Caribeños de Clacso. Abogado de la Universidad Católica Luis Amigó.   Se ha desempeñado como docente universitario. Coordinador del Equipo de Trabajo de Medellín en el Proceso de Comunidades Negras (PCN). Coautor de libro: Debates sobre conflictos raciales y construcciones afrolibertarias. Editorial Poder Negro. 2015.
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Jesús Elías Córdoba Valencia

Excelente artículo sobre un tema que cada día cobra más importancia en esta y en muchas ciudades de Colombia.

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