30 de noviembre de 2022
Por: John Jairo Blandón Mena
El debate sobre las Afro-reparaciones hasta el momento había tenido lugar en restringidos espacios de intelectuales y académicos. La literatura científica que produjeron principalmente pensadores de la diáspora sobre el tema generó aproximaciones a enfoques que enriquecieron el accionar político y fortalecieron las luchas reivindicatorias que nos trajeron a este nuevo escenario. Hoy, por vía de la alineación de las luchas del Pueblo Afrolatinoamericano están puestas en la agenda del Movimiento Organizativo y en las instituciones de buena parte de los Estados continentales.
No es un asunto de poca monta. Tiene que ver con la enorme asimetría social, política y económica que el genocidio de la esclavización de africanos en las Américas ha causado en todas las generaciones de sus dependientes. Y es casi una perogrullada, afirmar que todos los Pueblos Afrolatinoamericanos, por efecto del racismo estructural derivado de la trata transatlántica no han alcanzado los mínimos de dignidad humana en ningún rincón del continente.
Históricamente, y como parte de la ideología del racismo, los gobiernos de todas las latitudes consideraron que las reivindicaciones reparativas del Pueblo Afrodescendiente de las Américas se satisfacían con políticas públicas ordinarias o con acciones afirmativas. Lo claro y hay que afirmarlo con contundencia, es que ni con las unas, ni con las otras la institucionalidad está reparando los efectos de la historia criminal sobre los africanos y sus descendientes. No se puede confundir el cumplimiento de la Constitución y la ley con las pretensiones reparativas de los Pueblos Afrolatinoamericanos.
Es que construir una escuela, un centro de salud, un acueducto o un sistema de riego en un territorio habitado por Pueblos Afrodescendientes no son acciones enmarcadas en la reparación histórica. Estas son simplemente el cumplimiento de la Constitución. La reparación histórica debe partir de la valoración de los daños y efectos del genocidio y la esclavización para que de manera multimodal sean compensados, indemnizados y reparados con la garantía de que no vuelvan a ocurrir.
La impune acumulación capitalista de empresas, familias y conglomerados económicos que hoy siguen vigentes, y que se hizo a partir de la esclavización de africanos y sus descendientes tiene la obligación jurídica (para no hablar de moral y de ética ausente en las lógicas acumulativas) de reparar integralmente a los descendientes de los esclavizados que padecen la pauperización de sus vidas y sus territorios por el sometimiento que sus ancestros sufrieron desde el nacimiento hasta su muerte, y que los condenó por ese hecho a la falta de acceso a tierras productivas y a estar por fuera del desarrollo y a la indignidad de sus vidas.
Es que la reparación es en todos los ámbitos donde haya un nexo causal entre el hecho generador de la trata esclavista y los daños actuales y sucesivos en los descendientes africanos. Devolver las cosas al estado anterior al daño es una finalidad simple y clara de la reparación. Se me ocurre como acción propia de la reparación histórica la devolución de las tierras vallecaucanas epicentro de la esclavización en el suroccidente del país, y de donde los pueblos étnicos fueron expulsados violenta y criminalmente, pero donde pervive un neoesclavismo azucarero que la reparación debe terminar para instaurar practicas laborales garantistas de la dignidad humana y donde el sujeto afro sea propietario colectivo de buena parte de esas tierras.
Es necesario e imperioso abrir espacios de reflexión y construcción entorno a este tema. Que ya debe empezar a incorporarse por la vía de la exigencia del Movimiento Social Afrocolombiano a las agendas legislativas y gubernamentales. Leyes y políticas publicas sobre Afro-reparación deben ser parte de las agendas estatales. Lideres y Lideresas de la talla de Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, pero también movimientos como ARAAC (Articulación de Afrodescendiente de las Américas y el Caribe) propondrán rutas para avanzar en este tema.
El ascenso al poder de varios presidentes de izquierda en la región debe garantizar la materialización de las pretensiones del Pueblo Negro, que hoy se resumen en Reparaciones Históricas. Desde www.diaspora.com.co haremos un aporte de análisis y reflexión para ampliar las miradas sobre este tema.
¡Afro-reparaciones YA!
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