Por: Diana Lorena Montaño Riasco

“Tengo Lealtad en mi ADN” canta Hendry Lamar en su canción titulada DNA[i], cada vez que entona la palabra lealtad, siento la vibración energética de esa expresión moviendo toda mi existencia. ¿Se han sentido así?  ¿Conmovidxs, agitadxs, asombradxs sin alguna explicación por frases, sonidos, vibraciones, gestos? Esto tiene su raíz en nuestro ADN. Sí, el mismo ADN donde expresa Lamaar: la paz, la guerra, el veneno, el amor, la alegría cohabitan. Esta premisa, obliga un cambio de percepción sobre nuestra realidad, altamente lineal, parca y concreta; y es que, el ADN determina nuestra personalidad, características, miedos, gustos y habilidades, como consecuencia de las experiencias vividas previamente por nuestrxs ancestrxs. Este conocimiento, está basado en principios ontológicos, filosóficos y científicos determinantes en el sistema espiritual africano hace centurias.

Desde las cosmovisiones africanas, se ha comprendido como se transmite la memoria ancestral a cada persona que se encarna en esta tierra, y con ello, la certeza de que, la presencia de sus ancestrxs estará acompañando, guiando y apoyando la vida de cada ser humano, a través de su potencialidad como entidad inmaterial; sin embargo, ignoramos tan fundamental aporte a la humanidad, dado al miedo irracional infundido sobre las espiritualidades africanas, y con ello, fortalecemos, la apropiación de los saberes africanos  por  la ciencia occidental, la cual los publica como suyos, alejándonos de la oportunidad de guiar nuestra humanidad hacia un despertar espiritual consciente y transformador.

La distorsión sobre la espiritualidad africana ha llevado a los medios de comunicación, industrias de cine, religiones convencionales y sistemas educativos, a relacionarla con lo diabólico. La situación es tan lamentable, que muchas personas no quieren llegar a ser conectadas con ninguna práctica espiritual africana. Ustedes creerán que exagero, pero solo pregúntenle a quien se encuentre, en este momento, cerca suyo ¿Qué piensa sobre el Vudú? o ¿Qué opina sobre prender una vela e intentar comunicarse con sus ancestr@s? Seguramente, no tendrá que articular ninguna palabra, porque su expresión lo dirá todo.

Así están las cosas, navegamos en un mar de desconocimiento sobre la espiritualidad africana, valiéndonos de las herramientas de navegación del “amo”. De ahí que, no nos alcance para comprender esta espiritualidad, más allá de la dicotomía religiosa judeo – cristiana, donde nos encontramos con el Demonio – Infierno – Mal / Dios – Cielo – Bien.  Quizás, por eso, los instrumentos de pilotaje del colonizador siempre terminan haciéndonos percibir lo demoniaco en la espiritualidad africana “Ignorando que no hay diablo alguno en estas tradiciones, y que este  ha sido creado por  proyección externa de los juicios e ideologías occidentales hacia estas espiritualidades. Dado que, lo que promueve este sistema espiritual es que cada persona elige y toma decisión sobre sus actos e intenciones”[ii].

Detengamos rápidamente, este barco, inflemos los botes salvavidas y lancémonos al mar junto con todo nuestro cuerpo, porque hemos estado temiendo a una persona que no existe para gran parte de los habitantes del globo terráqueo. ¿Y sí el diablo no coexiste con las espiritualidades africanas, lo hace Dios? El pensamiento ancestral africano nos recuerda que, “nosotros no buscamos a Dios en una ceremonia ritual, porque nosotros nos convertimos en la manifestación de Dios”[iii]. Es decir, cada unx de nosotrxs somos Dioses y Diosas dentro de estas tradiciones, lo cual se recuerda y exterioriza a través de procesos de ritualización, que conectan no solo con la conciencia de nuestra individualidad, sino con la percepción de que somos producto de vivencias colectivas ancestrales, y a su vez, somos parte de la naturaleza, y que la naturaleza lo es todo[iv].  

En este orden de ideas, es importante cuestionarnos sobre ¿Cómo estamos tratando la naturaleza? ¿Cuál es nuestra relación con el medio ambiente? ¿Cómo nos estamos tratando a nosotrxs mismxs? ¿Cuál es nuestra relación con los otros seres humanos?¿Qué memorias ancestrales están siendo configuradas, justo ahora, para ser heredadas a nuestras próximas generaciones en su ADN?  Pidamos a nuestros ancestrxs que las energías de nuestras existencias vibren para que nos convirtamos en modelos a seguir, viviendo nuestras vidas en armonía con las fuerzas elementales y la naturaleza, Washington Carver,  Federic Douglas, Harriet Tubman, quienes comprendían el lenguaje de la naturaleza, lo cual les permitió inscribirse en nuestra memoria ancestral colectiva como ancestrxs inspiradores[v], y sobre todo, que nuestra vibración espiritual nos permita atraer el profundo conocimiento africano que permitió gestar su propia libertad a nuestros pueblos, para que podamos hacer de este un principio para transformar y mejorar nuestra sociedades; sin olvidar que, somos creadores, con la habilidad de traer, ser y manifestar lo que queremos. Algo tan veraz en el sistema espiritualidad africano, pero nos han hecho creer que es parte del discurso de superación personal, recuerden que ya nos lanzamos de ese barco, es hora de investigar sobre nuestras propias verdades.

[i] La canción titula en ingles DNA

[ii] Video sobre The Fears of African Spirituality de Ancestral Voices

[iii] https://www. facebook.com/AncestralVoicesFilms/photos/4364290773600015

[iv] Esta frase es un parafraseo del Credo Mutwa “ Nature is everything and you are a part of nature”

[v] Vídeo sobre The Benefits of African Spirituality de Ancestral Voices