La tercera tiene que ser la vencida

Por Última actualización: 19/11/2024

3 de mayo de 2023

Por: John Jairo Blandón Mena

Comenzó ayer en la Habana el tercer ciclo de conversaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN. Este como los anteriores que tuvieron lugar en Ecuador y México respectivamente, se dan en medio del recrudecimiento de la confrontación en los territorios en que esa guerrilla hace presencia. Sus acciones armadas se han multiplicado, y los colombianos que las padecen solo tienen la esperanza que la instalación de esa mesa en Cuba les traiga paz, así sea temporalmente.

Mientras escribo esto, en el departamento del Chocó se presentan confinamientos de cientos de indígenas pertenecientes a los pueblos Embera Dobidá, Embera Chamí, Katío y Wounnan por cruentos enfrentamientos entre el ELN y el Clan de Golfo que llevan varios días. Desde luego, la institucionalidad desconoce la dramática situación humanitaria de estos pueblos, porque con o sin conflicto, el Estado colombiano no les ha garantizado nunca el mínimo de derechos.

Así mismo, la Defensoría del Pueblo lanzó hace un par de semanas una alerta temprana por la compleja situación que atraviesan más de 10 mil habitantes del municipio de Bagadó (Chocó). Desde que el ELN se disputa el control de ese territorio con varios grupos armados ilegales se ha disparado el reclutamiento forzado, las desapariciones forzadas, las masacres y la instalación de minas antipersonas.

Las violencias han aumentado en prácticamente todos los 183 municipios en que tiene presencia el ELN. Sus disputas con el Clan del Golfo, las disidencias de las FARC y toda suerte de grupos neoparamilitares tienen a decenas de miles de personas clamando que la negociación con esta guerrilla, y también con los otros grupos irregulares avance para tener un respiro de tranquilidad en los territorios.

Y no solo un respiro para la ciudadanía, sino para la infraestructura del país. los atentados este año del ELN al oleoducto Caño Limón Coveñas ya suman siete, y otro más al Transandino. Es necesario que se pare el accionar macabro de esta guerra. La mesa instalada ayer en Cuba tiene que dar ese resultado inmediato para generar unos mínimos de credibilidad en la ciudadanía.  

Tal como lo señale en mi columna anterior en www.diaspora.com.co “Violencia armada disparada en el 2023”, Negociar en medio de las balas es un escenario intolerable para la sociedad civil. El discurso del ELN al inicio de este ciclo de diálogos, aludiendo a su amplia disposición para detener sus acciones violentas y de llegar a acuerdos sobre un verdadero y duradero cese al fuego, no pueden quedarse en simples anuncios para la galería. Esas expresiones deben tener impacto real e inmediato en las poblaciones, muchas de ellas se encuentran agonizando por el furor de la guerra.

Por eso, este clamor de quienes soñamos con ver a Colombia en paz se resume en el desescalamiento de conflicto y la suscripción de un cese al fuego verificable. La nación lo necesita. Esperemos que este tercer ciclo, tal como lo señala el título de esta columna, sea la oportunidad para lograrlo.

¡La tercera será la vencida!

Sobre el Autor: John Jairo Blandón Mena

John Jairo Blandón Mena