Por:  Luis Javier Aguilar palacios[i]

Néstor Bonilla Naboyán[ii]

La situación que hoy atraviesa el principal puerto marítimo de Colombia (Buenaventura) es compleja, se ve una comunidad vulnerable y frágil, diferentes grupos humanos que llegan a esta localidad establecen sus condiciones, relegando a la población raizal a un segundo plano. Hay otras comunidades del país en donde las personas mantienen el control de su territorio y dejan ingresar sólo a quienes ellos mismos consideran que pueden hacerlo, y bajo parámetros que ya tienen establecidos. Teniendo en cuenta lo anterior, los bonaverenses no tienen una estructura organizacional que los conecte de norte a sur, de este a oeste, y que esa estructura tenga aceptación por el común de la población, mediante la cual ésta siga a un líder, esto es debido a que, desde la época de Muñoz Perea, Colón Caicedo Portocarrero y otros más, esta ciudad no ha tenido líderes auténticos, comprometidos con el pueblo. Desde una perspectiva islámica, podemos decir que ésta nos podría ayudar con el hecho de permitirnos entender algunas dimensiones islámicas que sirven para ayudar a la cohesión social del pueblo con una organización macroestructural, donde haya un tejido social fuerte. En cuanto a esto diremos que Malcolm X, fue un visionario, un vaticinador, alguien que se adelantó a su tiempo, pensándose la economía decía: “habrá poder cuando nosotros los afroamericanos, manejemos nuestros negocios” “ese es el Black Power”. En Buenaventura escasean los negocios de propiedad de los nativos y las oportunidades de empleo para los mismos, pero estos prefieren mendigar el ingreso a un banco que pensar en crear uno, de esta manera siempre van a estar dependiendo de las decisiones que tomen los demás y la comunidad seguirá rezagada.

El problema de las Comunidades Negras de Buenaventura no es académico (si bien es cierto la lucha por el fortalecimiento académico debe continuar y mejorar día tras día). En las décadas del 70, 80 y 90 del siglo pasado, hubo un gran desplazamiento hacia el interior del país en donde muchos de los hijos de Buenaventura obtuvieron avanzados títulos universitarios. Con una sola excepción, todos los alcaldes de elección popular han sido profesionales. Tampoco es económico: durante la época en que la empresa Puertos de Colombia pertenecía al Estado, circulaba mucho dinero en la ciudad, en el período del fenómeno social denominado popularmente como “El Norteñismo” llegaban de Estados Unidos a las familias, grandes remesas de dinero, lo mismo que desde Italia con el fenómeno de “Las Italianas”. Entonces, como sociedad ¿por qué es un pueblo tan vulnerable y dependiente, que hasta las tiendas más pequeñas en los barrios, están en manos de los foráneos?

Dice Javier Aguilar: “al pueblo negro se le puede definir como El Pueblo Fénix, de conformidad a esa mitología europea, (el fénix es un ave de larga vida que se regenera de las cenizas de su predecesor), ya que cuando observamos la realidad de lo vivido por

nuestros antepasados, que ha sido demasiado cruel y atroz, miramos que hemos podido salir y soliviar todas esas adversidades tanto en lo económico, en lo formativo, en lo cultura; pero debemos de tomarnos más en enserio”.

Javier se pregunta con insistencia: “¿por qué como población somos tan vulnerables? Sucede con frecuencia en el Pacífico que personas de otras latitudes se apropian de espacios que no les pertenecen y nosotros como población no hacemos nada, cuando miramos hacia otras poblaciones esto no ocurre con tanta facilidad. Como sociedad debemos analizar cuáles son los elementos, caminos, metodologías, técnicas para evitar ser un pueblo tan vulnerable ante los demás”.

Conversando con un bonaverense radicado en España, me contaba que la situación podría estar en que nosotros salimos de nuestra tierra y cuando estamos afuera podemos ver esa triste realidad que desde adentro no percibimos bien, porque la asimilamos de manera natural o nos volvemos resilientes. Es triste ver que Buenaventura siendo el principal puerto de Colombia, tenga una condición precaria en el acueducto, cuenta con una sola universidad y en malas condiciones, no tenga un hospital público bien dotado; su infraestructura en general es antigua y se encuentra deteriorada, careciendo de tecnología e innovación en todos sus aspectos; por eso desde la comunidad musulmana, ciertos hermanos negros que han salido del Pacifico, pueden ver esa triste realidad del pueblo, donde escudriñando la religión han encontrado ciertas vías para aportar al cambio: se trata de un libro muy importante e interesante, (Yameus-Saodat –La Recopilación de las Virtudes– que trata del estudio y conocimiento del alma del hombre, nos demuestra que el ser humano tiene una cantidad de realidades que desconocemos, y al desconocerlas, todo lo contrario de otros pueblos, nos volvemos frágiles perpetuamente, ya que ellos son conscientes de que ese conocimiento es transcendental, por lo que han dedicado muchos recursos para obtenerlo y dominarlo, y a partir de ahí han manejado a la humanidad; en la medida en que nosotros como pueblo, desconocemos la realidad del ser, en esa medida siempre seremos frágiles. Y de allí parte la propuesta que la comunidad musulmana piensa llevar a cabo para coadyuvar en esta realidad.

Existe un ejercicio de aquellos pueblos que han provocado opresión, mediante el cual estos aprenden a conocer al hombre desde la ciencia del estudio del alma humana, y luego los ultrajan hasta degradarlos, posteriormente luego les crean una supuesta solución, pero el objetivo final es mantenerlos en la misma situación. Todo ser humano al verse leso, busca liberarse y allí es donde les brindan propuestas de soluciones no reales, siendo efímeras y sin sentido, mediante las cuales siempre mantendrán al pueblo en las condiciones que ellos mismos determinen; y un ejemplo de esta cruel realidad se ve reflejado en el movimiento afro a través de la imposición del afrocentrismo. Éste le ha hecho mucho daño a la comunidad afro. Se han realizado estudios que reflejan que, los afrocolombianos miran a los afronorteamericanos como la estrella de oriente, cuando muchos movimientos afronorteamericanos están manipulados por el sionismo, el sionismo ha planificado una forma para estos movimientos muy peligrosa, que estas comunidades terminan aceptando y en ultimas acaban siendo manipuladas, burladas y sin salida real de la problemática; los sionistas han creado un ejercicio muy estratégico y poderoso de las personalidades afronorteamericanos: a través de la política, la academia, el deporte, etc., en la economía

hicieron ver una aparente movilidad social comunitaria, pero cuando miramos hacia las estadísticas relacionadas con el total de la población afronorteamericana nos encontramos con una situación muy deprimente; no obstante cuando llegaron afronorteamericanos realmente comprometidos con su comunidad que entendieron la realidad fueron oprimidos, ejecutados, finalmente callados (asesinados).

Una de las realidades más triste del hombre afro en el mundo es la de los afronorteamericanos; estos sionistas hacen dos ejercicios perversos, primero le hacen creer al afronorteamericano que está en una buena condición social (por medio de las grandes personalizadas) y segundo les ocultan su verdadera condición social, escondiendo toda la maldad y cinismo continuo contra esta comunidad; la situación de los “guetos” en Estados Unidos da pena, ya que les han quitado todo y su convivencia es paupérrima (drogas, prostitución, disfunción familiar, alcoholismo, etc., al más alto nivel) . En algunos países africanos y el Pacifico colombiano nos han quitado nuestras riquezas, y como ya se ha dicho falta una buena estructura organizacional para recuperarlas, pero seguimos siendo nosotros mismos con nuestras culturas y costumbres (sin desconocer que para nosotros también se han trazado planes en ese sentido y se han venido ejecutando en los últimos años). Se han realizado estudios donde se calcula que la población afro en Estados Unidos es del 40%, y el índice de afros en el total de la población carcelaria de este país se aproxima al 80%, frente al resto de grupos étnicos. Al igual que en Estados Unidos sucede en Colombia, que el mismo que vulnera es el que luego plantea supuestas soluciones.

Hay otros semblantes como los traumas psico-psiquiátricos de la población de la diáspora, dejándonos marcas de tal manera que, al desconocer y no entender ciertas realidades, no afrontamos los indiscutibles problemas. Es este un tema de mucho análisis que implica la toma de decisiones ya que nos encontramos en una situación suficientemente compleja; si Buenaventura se ha salido de control, ¿qué podemos esperar de las comunidades más pequeñas en el Litoral Pacífico y la Costa Atlántica?

La oligarquía colombiana, nunca hará nada por los pueblos afros. estas comunidades excluidas desconocen la forma real de actuar de esa supremacía. En Colombia muchos movimientos sociales no han tenido éxito, ya que no tienen claridad de quien es su verdadero enemigo. Se ven algunos ricos y empresarios que apoyan a algunos políticos y que se mueven a través de la economía del país, pero no se sabe realmente ¿a qué se debe tanta concentración de riqueza? Esta camarilla tiene apoyo internacional por la posición estratégica de Colombia en el globo terráqueo, especialmente en el hemisferio occidental. Esta oligarquía es la más pertinaz de todas en Latino América. Esperar soluciones desde afuera es uno de los venenos más letales que nos han hecho probar, esperar desde afuera soluciones estructurales que nunca llegarán.

Puede suceder que como se ha estado tan imbuido en tal realidad no nos percatamos de las fatales condiciones de una vida indigna, sin poder suplir las necesidades básicas; se debe crear conciencia entre la comunidad para empezar a tomar acción frente a la problemática que nos atañe, años tras años, borrando del imaginario la esperanza que sean los gobiernos externos quienes saquen estas poblaciones adelante. La oligarquía colombiana se haya

atrapada en un gigantesco mundo de mucha maldad. Tiene cosas claras y una de esas es el gran potencial de la población que desde el continente africano se asentó en Colombia, al igual que el resto de las oligarquías americanas (las cuales fácilmente se podría decir que son una sola) tienen muy bien ubicadas este tipo de poblaciones en otros países del continente. Han desarrollado investigaciones en las cuales destacan la existencia de ciertas poblaciones afros con grandes potencialidades como pueblo, desarrollando una política de bloqueos para tenerlas dominadas (como es el caso de Haití). La población africana asentada en Colombia no era en su origen cualquier pueblo, son personas con cierta ínfula, y por esa realidad que la oligarquía conoce, sienten temor y se esfuerzan al máximo para que los afrocolombianos no tengan una organización estructural bien definida. Se puede inferir que la oligarquía colombiana ve a los afrocolombianos como sus enemigos, mas no como sus compatriotas.

Debemos ser conscientes de nuestra realidad, este es un tema de mucho esfuerzo y organización, para construir cohesión verdadera (parirnos como pueblo) para obtener el bienestar de nuestra población afro.

“No hay nada que odie más la oligarquía colombiana, que ver a un afrocolombiano consciente plenamente de la realidad”.

[i] Abogado. Licenciado en ciencias islámicas-Universidad Internacional Al-Mustafá (BP) Especialista en Derecho Constitucional y Derecho Administrativo. Maestría en teología islámica-Universidad Internacional Al-Mustafá (BP) en curso.

[ii] Doctorando universidad del Valle – Cali.