La experiencia contra el silencio: ¿Qué sabes del patriarcado?
Por: Diana Lorena Montaño Riasco
No han notado como circulan variados conceptos, que realmente desconocemos a que se refieren, y en ocasiones nos sorprendemos de su existencia. Personalmente, vine a enterarme de conceptos como capitalismo, clasismo, neoliberalismo y sexismo, debido al acercamiento en el área de ciencias sociales durante la secundaria promovido por el Docente Arminio. Luego, se hicieron más continuas las reflexiones en el periodo Universitario, gracias al abordaje de algunos maestros en el programa profesional que cursé, y a las reflexiones que se realizaban en Colectivo de Estudiantes Universitario Afrocolombianos (CEUNA) en el que participaba. Cada vez, que aparecían una palabra y concepto nuevo para mí, me quedaba atónita al reconocer que me encontraba sumida en el total desconocimiento de los sistemas políticos y sociales que moldean, limitan y degradan mi existencia; además, los más aterrador era comprender que mi inconciencia naturalizada aportaba a la prolongación del ultraje hacia la mujer negra proletaria que era, en ese preciso instante.
¿Acaso no recuerdan la última vez que se asombraron al descubrir una nueva palabra que explicaba la realidad desde un lugar que ignorábamos? Seguro que sí, pero te sorprendería saber el gran número de personas que aún están sumidas en el desconocimiento de palabras y conceptos, cuyo amplio uso se da en espacios académicos. De modo que, más de la mitad de la población colombiana no usa palabras cruciales en su vida diaria, vamos a escoger una al azar, que tal, patriarcado. ¿Sabes a que se refiere? ¿Qué significa? ¿Qué cuestiona? Tomate tu tiempo en masticarla, y procura recordar en dónde o de quién la has escuchado, si es que se ha pronunciado en voz alta en algún lugar en el que hayas estado. Y si definitivamente, no te dabas ni por enteradx de su existencia, es porque unas de las reglas patriarcales es la negación y ocultación de la existencia del sistema patriarcal a través de conservar el silencio. En términos coloquiales presidenciales, se diría: ¡Ese tal patriarcado, No existe!
Según nos comparte en sus reflexiones la escritora y activista afrofeminista Bell Hooks[i], “muchos hombres no usan la palabra “Patriarcado” en su vida cotidiana. La mayoría de los hombres nunca han pensado acerca del patriarcado – qué significa, cómo este ha sido creado y cómo se sustenta. (…) quienes han escuchado y conocen la palabra, usualmente la asocian con la liberación de la mujer, el feminismo, y, por lo tanto, la desestiman como intrascendente para sus propias experiencias” ¿Por qué los hombres consideran que el patriarcado no afecta sus estilos de vida, relacionamiento ni moldea su identidad masculina? Quizás, es porque el sistema patriarcal nunca los ha excluido de lo que han deseado hacer parte, a razón de ese “natural orden social”[ii] que refuerza que “las niñas no puedan hacer lo que hacen los niños”. Dado que, el patriarcado, soporta, promueve y aprueba la violencia sexista a través de la subyugación, sumisión y subordinación de quienes se les ha rotulado como débiles.
Sin embargo, aunque el patriarcado como “sistema político y social”[iii] , concede enormes ventajas a los hombres, no sólo ellos se aferran al pensamiento y accionar patriarcal, sino que lo hacemos también las mujeres, dado que hemos nacido en una sociedad con valores patriarcales enseñados desde el nacimiento a través de dispositivos como la religión – porque ya saben ustedes que Dios es hombre- El sistema escolar y el sistema familiar. Si, el mismo régimen que, “insiste que los hombres son inherentemente dominantes y superiores a cada cosa y todos los considerados débiles, especialmente las mujeres, y que les da la potestad de gobernar y dominar sobre los débiles y preservar su dominación a través de varias formas de terrorismo y violencia psicológica”[iv].
Así las cosas, mujeres y hombres pueden llegar a conservar el patriarcado, cada vez que, desestiman, niegan y guardan silencio sobre cómo ha afectado éste sus experiencias de vida, y con ello, no busco negar que es a los hombres a quienes recompensa el sistema, siempre y cuando, promueven conservar los secretos no dichos; sean y permanezcan tullidos emocionalmente; se rehúsen a cuidar, criar y educar a otros; promuevan la violencia, dando rienda suelta a su rabia incontrolable y castiguen a quien no obedezca las reglas y valores patriarcales inclusive hasta la muerte. Por ello, vemos como disminuyen los hombres procesados por feminicidios, por violencia intrafamiliar o violaciones. El sistema les premia por obedecer ciegamente las reglas, aún que ello, haya implicado terminar con la vida de quien se consideraba “débil”. Por su parte, los hombres que no sigan estos mandatos patriarcales serán considerados traidores, quizás por eso cueste encontrar “algún hombre de alguna clase que se haya rebelado al sistema patriarcal”[v], y es que, es más fácil hacerse el de la vista gorda que ser ingrato, dado que actuar de una manera anti-patriarcal es un camino plagado de perdida de las dadivas y reconocimientos en espacios públicos y privados, y para las masculinidades patriarcales es casi que vivir en el anonimato político y social, un escenario plagado de peligros y riesgos, que les acarrearía tener la voluntad de transformar y resignificar su masculinidad.
[i] Su nombre se escribe en minúsculas por preferencias de la escritora.
[ii] Expresión Usada por Bell Hooks en el libro – The Will to Change: Men, Masculinity and Love.
[iii] Definición Usada por Bell Hooks, Ibíd.
[iv] Definición Usada por Bell Hooks para definir el concepto patriarcado, ibíd.
[v] Expresión Usada por Bell Hooks, ibid.