El Petronio Álvarez en tiempos pandémicos

Por: Yuli Alexandra Medina Carabali[i]

El festival de música del Pacífico Petronio Álvarez, convoca año tras año a las agrupaciones que interpretan música tradicional del Pacífico y otras músicas derivadas de ellas, las cuales, contribuyen a la visibilización de la interculturalidad de la ciudad de Cali, y a la pervivencia de las tradiciones y culturas del Pacífico colombiano.

Este año 2020, nos sorprende una vez más, ya que la pandemia del Covid 19 imposibilitó la realización del festival en su XXIV versión. Si bien el alcalde de la ciudad Dr. Jorge Iván Ospina Gómez, garantizó una alta carga de innovación en la realización virtual del mismo, aspectos de gran importancia dentro de la puesta en escena de la memoria cultural de un pueblo, se vieron reducidos a la frialdad de una pantalla, pues para nadie es un secreto que el calor de la multitud, la camaradería, la hermandad y los encuentros que genera el ‘’petruco’’, hacen de este evento una fiesta mágica en la que confluyen propios y extraños, toda una mezcla de reconstrucción y remembranza de memorias ancestrales.

Miles de turistas acuden anualmente al festival, en busca de ese golpe de calor humano, de las experiencias extrasensoriales que provoca la cocina del Pacífico colombiano, y por supuesto de los sonidos de ese legado ancestral que se expande en los cuerpos y hace que nuestros dioses y antepasados acompañen esta palpitación popular.  

La virtualidad a la que nos somete la pandemia, regocija la incomodidad racista para algunos de los vecinos de la actual sede del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez (Unidad Deportiva Alberto Galindo), los mismos que se han quejado del ‘’ruido’’ y que se indignan ante la creciente relevancia e incidencia de las prácticas culturales afrodescendientes del Pacifico colombiano en la ciudad de Cali, lo cual configura una tensión con sectores de la elite caleña que instrumentalizan el festival para la comercialización de la ciudad como capital del Pacifico colombiano y el crecimiento del clúster de servicios turísticos.

Mas allá de los cuatro días de fiesta que nos ofrece el Petronio Álvarez, es preocupante la afectación económica a las miles de familias que participan del mercado minorista alrededor del festival, centenares de músicos, artistas, expositores, artesanos y gestores culturales del Pacífico, hoy ven sus ingresos contraídos por los efectos sociales y económicos que la pandemia viene dejando en  el país desde el mes de Marzo, sustento que ni las supuestas ayudas del gobierno pueden igualar, sustento que se quedará en el imaginario de los directos afectados y que seguramente la falta del mismo ocasionará un gran retroceso en el casi inexistente desarrollo de las familias del territorio Pacífico.

En el mismo sentido del sinnúmero de contradicciones que genera la realización de un Festival como el Petronio Álvarez, no podemos soslayar, que el Pacífico continúa siendo un territorio azotado por el conflicto armado y el racismo estatal, son terroríficos los altos índices de mortalidad infantil, las muertes por malaria y los fallecimientos por Covid 19 que hasta la fecha pasan los más de 44.337 casos. Por tanto, se espera que la pandemia no reproduzca comportamientos y decisiones racistas que invisibilizan todo el legado cultural del Pacifico en Cali, y así los currulaos, las jugas, los pasillos, la chirimía, el sonido de las marimbas, las comidas, la moda y nuestro gran encuentro cultural, aguarden mejor fortuna, y no se sumen a la gran cantidad de fallecidos que lamentablemente está dejando esta pandemia en el país.

[i] Experta en Artes Modalidad Danza Folclórica – Instituto Popular de Cultura Cali. Docente – Colegio Santa María Goretti Cali.