30 de agosto de 2023

Por: John Jairo Blandón Mena

La propuesta de Antioquia Federal se escucha en ese departamento en círculos académicos, en mentideros políticos, entre muchos ciudadanos y hasta 3 candidatos a la gobernación la plantean como el eje central de su propuesta programática. Su sustento es esa convicción de los antioqueños que su territorio es el ombligo del país y el epicentro del desarrollo del que penden las demás regiones de Colombia.

Los epítetos grandilocuentes con que algunos gobernantes han calificado ese departamento dan cuenta de ese carácter de superioridad que tienen los antioqueños sobre los demás colombianos.  “Antioquia la más educada” como la llamó Sergio Fajardo, sigue siendo desde su época hasta ahora uno de los departamentos más violentos del país. La subregión del Urabá, que algunos llamaron “la mejor esquina de América” continúa mostrando el contraste entre grandes obras de infraestructura como sus puertos al servicio del capital foráneo, y el empobrecimiento de la mayor parte de su población que la posiciona como la segunda subregión con mayor pobreza de ese departamento.

Inclus se avergüenzan algunos antioqueños de sus vecinos chocoanos. La expresión «la plata que uno le mete al Chocó es como meterle perfume a un bollo» expresada por el exdiputado Rodrigo Mesa representa el pensamiento de una buena parte de los habitantes de ese departamento. Tanto así, que después de lanzarla y tras una lánguida sanción de cinco meses de suspensión del cargo, el gamonal envigadeño siguió siendo aclamado en sus huestes políticas. Y en medio del odio racista de algunos paisas hacia la población chocoana, no recuerdan que, en el proceso de desmembración histórica del Chocó entre finales del siglo XIX e inicios del XX, Antioquia le cercenó la banda oriental del rio Atrato hasta el Golfo de Urabá a ese departamento. Hoy habría que preguntarse ¿Qué sería de Antioquia sin la subregión de Urabá, y, por ende, sin salida al mar?

Decía un candidato cuyo eslogan es precisamente “Antioquia Federal”, que no pueden seguir los antioqueños tributando al gobierno central para sostener a otros departamentos. Esa falacia desconoce la historia reciente, las grandes obras que se han levantado en Antioquia han tenido un significativo aporte de la nación. Para la construcción de las líneas A y B del sistema Metro los colombianos a través de la nación aportamos el 40% del valor total de la obra incluidos los sobrecostos entre 1985 y 1996.

Por eso, la autosuficiencia de Antioquia y los planteamientos separatistas recientemente expresados por colectivos uribistas en un comunicado público para que Gustavo Petro no los gobernara. Lo que muestran es una idea que, aunque descabellada y sin viabilidad constitucional está ganando fuerza en un sector amplio de la población que mira por encima del hombro al resto del país; y que gracias a su poder institucional y político ha concentrado buena parte del desarrollo y de las inversiones públicas en detrimento de otras regiones.

Aún recuerdo el proceso en que Antioquia pretendió arrebatarle al Chocó a Belén de Bajirá, el gobernador paisa afirmaba que su departamento les daba más dignidad a los ciudadanos de ese territorio que lo que les proporciona el Chocó. Sin embargo, los bajirenses utilizaron su dignidad para decir que su territorio no era antioqueño.

La riqueza del país está en su diversidad; posturas como la de los antiqueños que piensan en Antioquia Federal, son las que han generado el inequitativo desarrollo de los territorios de Colombia. Falta más solidaridad con las periferias del país y menos centralismo para que la nación avance.

Por lo demás, lo de Antioquia Federal es un embeleco.