Enero 7 de 2023
Por: Diana Lorena Montaño Riasco
“Bailando se me arrebata el corazón” Una verdad irrefutable y sin fronteras plasmada en la canción – me curo con rumba – de Ismael Miranda. Se me hace difícil concebir un mundo a – musical, ¿cómo materializaríamos sueños, expresaríamos inconformidades y sacaríamos miedos? Sin el ritmo nuestras existencias estarían estancadas en el vacío, en tanto este es la “expresión de la vida y la fuerza”[1] ¿Cuántas expresiones de fuerza vivida han surgido de pueblos africanos y su diáspora? ¿Qué lugar tiene el cuerpo en esta expresión de vida?
La vida y la fuerza de África y su diáspora han traído al mundo géneros como la salsa, el merengue, el rock, el Jazz, el blues, el tango, y otros tantos aún negados por el racismo occidental. Todos estos acompañados de una cadencia corporal determinada, respondiendo a la sinfonía propuesta. Ningún compás deja por fuera la dialogicidad con el cuerpo, en tanto como afirmó Léopold Sédar Senghor “el cuerpo es un entretejido de emoción, sensibilidad y ritmos”. Personalmente, mi atención ha sido acaparada por las nuevas tendencias musicales que enarbolan a las juventudes africanas y de la diáspora: Afrobeat, Amapiano, Exótico, salsa Choque, etc. Me preguntó qué emoción les creo, les reinventa y les mantiene; a qué hecho social especifico responden según su contexto de origen; qué mensajes entre lo visible y lo invisible de la realidad entretejen. Dado que, la cosmovisión Negro- africana como plantea Kasanda – está en todo – con el propósito de redistribuir la fuerza vital del universo y la existencia.
En el caso del Amapiano, un género sudafricano, que esta “influyendo en el estilo y la danza y tiene un impacto en la industria musical de Sudáfrica”[2]El cuerpo funge como soporte del género, en tanto sin los movimientos del baile amapiano, el ritmo no podría concebirse. El origen de este género está en disputa, aún no se conoce con certeza quién fue su creador(a). Sin embargo, se sabe que comparte el estilo musical de Kwaito, una mezcla de música house y hip hop, a lo que se le ha sumado Jazz, sintetizadores, líneas de bajo de percusión y una persona que mezcla los sonidos – disc jockey- DJ. Para lo curiosxs dejo este link para que exploren la música Kwaito de los 90s.
El Amapiano es una palabra en lengua zulú, cuyo significado es “Los pianos”. Muchas de las canciones de este género se cantan en alguna de las 11 lenguas oficiales de Sudáfrica; No obstante, las más usadas son el Zulú y Xosa. Esta cualidad es fundamental porque el ritmo conecta con las cosmovisiones de pueblos en los que no existe la idea de propiedad privada, ni el uso de posesivos; además, que las consonantes usadas suenan como clics, así cuenta con más de 15 chasquidos consonánticos. Es decir, este ritmo es portador de mensajes humanos, espirituales y divinos, en tanto los símbolos estéticos, lingüísticos y sociales usados conecta con poblaciones nativas para quienes el orden de lo material e inmaterial se concibe fuera de parámetros occidentales.
Actualmente, el Amapiano recorre el mundo situándose como uno de los géneros más escuchados fuera de las fronteras continentales africanas luego de Afrobeat. Así, “experimentó un aumento de transmisión del 622% solo en Sudáfrica, mientras que el Reino Unido y los EE. UU. ocuparon el segundo y tercer lugar”[3] No dejó de preguntarme qué implicaciones tiene este fenómeno en el mundo, y no en términos monetarios sino existenciales, aún más al saber que “el desprecio por el cuerpo y sus manifestaciones físicas y emocionales se origina en las remotas raíces de la cultura occidental”[4]
Si quieres conocer más sobre este género puedes escuchar el podcast de la emisora Kalakuta Chevré dedicado a la música sudafricana.
[1] Kasanda Lumembu Albert. Elocuencia y magia del cuerpo: un enfoque negro – africano.
[2] Amapiano: cómo este sonido sudafricano se ha convertido en uno de los nuevos géneros musicales más candentes https://101noticias.com/amapiano-como-este-sonido-sudafricano-se-ha-convertido-en-uno-de-los-nuevos-generos-musicales-mas-candentes/
[3] Ibíd
[4] Kasanda Lumembu Albert. Elocuencia y magia del cuerpo: un enfoque negro – africano.
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