Claves para (re) visitar el movimiento social afrocolombiano: Diacronías profundas de la diáspora. Primera clave

Por: Francia Jenny Moreno Zapata y John Henry Arboleda Quiñonez

El movimiento social afrocolombiano, esa extensa red de expresiones organizativas, posicionamientos políticos, estrategias de gestión y formación de una intelectualidad que históricamente ha estado vinculada a distintas aristas del campo político en este país, se ha convertido en uno de los conjuntos de las experiencias político-organizativas más importantes de la diáspora africana en este lado del mundo. No son pocas las ocasiones en que la naturaleza misma de este movimiento social ha signado fragmentaciones y convergencias coyunturales, o de larga data, que impactan el centro mismo de los debates sobre la representación política de las comunidades afrodiaspóricas en Colombia.

Tomando en cuenta esos aspectos, es importante generar algunas discusiones profundas encaminadas a (re) configurar los horizontes organizativos que encaminen nuevos posicionamientos y demandas emergidas del movimiento afro en Colombia, para la defensa de los derechos de las y los hijos de la diaspora africana. El reflexionar sobre los elementos estructurales de existencia, pervivencia y re-existencias de las expresiones políticas afrocolombianas, es una labor importante dentro de todo ese esquema analítico. Para mucha gente es claro que la constelación de organizaciones que han constituido y hacen parte del movimiento social afrocolombiano, nacieron a la vida política para aportar en la gran tarea de mejorar las condiciones de vida de las personas afrodescendientes. A pesar de lo anterior, las decisiones y accionares individuales y colectivos que se toman hoy a nombre de ese movimiento social, adolecen de las claridades fundacionales desde las que durante mucho tiempo encontraron su validez y sentido.

Para aportar algunos elementos analíticos a ese importante y pendiente debate, que podría desarrollarse al interior del movimiento social afrocolombiano, nos interesamos en proponer en estudio minucioso de la noción de Diacronías Profundas de la Diáspora (Arboleda, S. 202, 2016). Entendemos que, aunque esa producción teórica fue construida con la intención de evidenciar las conexiones diaspóricas existentes en el campo estético-creativo de la literatura, esta puede ser extrapolada y puesta en contexto para leer las realidades pasadas, actuales y futuras del movimiento social afrocolombiano.

La concienzuda aplicación de ese concepto ayuda a develar el carácter de larga duración en el que han tenido lugar la configuración de la historia, la política y las condiciones sociales del sujeto afrodiaspórico en el mundo. Así las cosas, acercarnos a él contribuye a dejar al descubierto que las condiciones materiales de racismo, exclusión y marginalidad existentes en relación con la y el sujetos racializados como negros, han sido gestadas en un lugar “común” a la existencia de comunidades e individuos.

Ese lugar común del que hablamos es el mismo que aparece reiterativamente en la negación de las personas afrodescendientes como sujetas y sujetos trascendentales en la conformación de los Estados-nación en América y el mundo. Son varias las formas en que se manifiestan el sin número de negaciones que se les son impuestas a las personas afrodescendientes en sus realidades vitales. Algunos ejemplos se materializan en el empeoramiento sistemático de las condiciones de pobreza, la reducción de sus libertades, la limitación de sus accesos y su confinamiento a espacios que han sido señalados con cargas representacionales negativas.

Esas condiciones que se hacen evidentes en todas las sociedades americanas, en general, y la colombiana en particular, han producido unos dispositivos de respuesta que guardan similitudes estructurales en los espacios habitados y significados por la diáspora africana. Estas similitudes se activan a lo largo y ancho del continente a través de la exhibición de proyectos políticos que guardan fuertes conexiones. Es decir, existen una serie de articulaciones, proyecciones, anhelos y expectativas de estos grupos frente a la posibilidad de la dignificación de la existencia.

Tales diacronías profundas se expresan en los ámbitos artísticos, estéticos, políticos y organizativos, interconectados a partir de coyunturas discontinuas que han marcado el trasegar sistemático de las experiencias colectivas. En esos escenarios de lucha es donde se posibilita la reivindicación de la existencia digna del sujeto subalternizado por su condición racial.

Ese elemento hace parte de los ámbitos constitutivos del campo político afrodiaspórico, en tanto que, los podemos observar recreándose, adoptándose y reconfigurándose frente a las exigencias que impone el actuar político en un terreno de disputas, como lo es la definición de los destinos de la población afrocolombiana. En este contexto, las reclamaciones, reivindicaciones y acciones colectivas históricas orquestadas por los pobladores, a través de sus expresiones organizativas, marcan una trayectoria que durante los dos últimos siglos y lo que va recorrido de este, van demostrando las condiciones en las que el país se ha pensado la articulación de estas poblaciones al imaginario de la nación.

De otro lado, tomar en cuenta los elementos analíticos aportados por las diacronías profundas de la diáspora, permiten reflexionar extensamente sobre cómo está constituido y como se expresa el campo político afrocolombiano. Sirven para demarcar las renovaciones constantes del proyecto, la confluencia de propuestas de dignidad y la búsqueda inclaudicable de la felicidad, grandes e inaplazables tareas que aportan a la construcción de ese palenque cósmico de libertades, que los hijos de la diáspora africana de Colombia y el mundo siguen queriendo disfrutar.

Así, las creaciones estéticas, artísticas, las reconfiguraciones culturales y las búsquedas de unas identidades político-sociales, enmarcadas en ancestralidades modernas, exigen exámenes constantes a las pugnas que pueden, y se presentan al interior de las formas organizativas del movimiento social afrocolombiano. Esas revisiones internas y constantes son los mecanismos idóneos para construir, colectivamente, los lugares de dignificación de la existencia y re-existencia de las personas pertenecientes a la diáspora africana en Colombia.

Sobre el autor

John Henry Arboleda Quiñonez. Historiador de la Universidad del Cauca. Magister en Estudios de la cultura de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito. Doctor en Política y Gobierno del Instituto de Estudios Universitarios UCCEG de México. Doctorante en Estudios Urbanos y Ambientales del Colegio de México. Tiene amplia trayectoria de trabajo social y comunitario en el Distrito de Aguablanca. Fue director del Programa de Sociología de la Universidad del Pacifico. Autor del libro: Buscando Mejora. Migraciones, territorialidades y construcción de identidades Afrocolombianas en Cali. Ediciones Abya Yala, Quito, 2012. Autor del libro: Cogiendo su pedazo. Dinámicas migratorias y construcción de identidades Afrocolombianas en Cali. Ediciones Poder negro, Medellín, 2017.
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