Paupérrima oposición
21 de mayo de 2025
Por: John Jairo Blandón Mena
Las notables contradicciones internas del actual gobierno y las acciones de algunos funcionarios deliberadas y autodestructivas del proyecto del cambio que han impedido la consolidación de varias de las transformaciones sociales más importantes planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo Colombia Potencia Mundial de la Vida no han impactado en la figura del presidente Gustavo Petro como la única capaz de incidir determinante en su sucesor en el solio de Bolívar.
Pese, a que, de manera incomprensiva, algunos de los más altos funcionarios del presidente parecieran decididos a obstaculizar la acción del Gobierno Nacional, y que las situaciones más desafortunadas que han dificultado el avance de las propuestas de Petro no fueron originadas en estrategias opositoras, sino en la propia ineptitud de miembros del ejecutivo o incluso de la bancada oficialista. La oposición no ha logrado sacar ventaja de este escenario.
El desacierto permanente del presidente en la elección de sus colaboradores más cercanos lo ha apresado de la contracción de un Gobierno que cuenta con un líder, pero que carece de ejecutores de las ideas que sustentan ese liderazgo. Basta ver la ruindad con que está actuando el excanciller Álvaro Leyva después de salir inhabilitado de su cargo para concluir fácilmente que las relaciones exteriores del país estuvieron por más de un año en las manos equivocadas.
Afortunadamente para los sectores progresistas, la oposición en cabeza de varios partidos de derecha tiene a su líder sub judice y en franca decadencia, y quienes se preparan para asumir electoralmente sus banderas carecen de una visión de país que les aporten los elementos para plantearle a la nación una propuesta siquiera coherente y congruente con el momento histórico de Colombia.
Varios de los precandidatos de derecha concentran su discurso en atacar de manera visceral, recalcitrante y sin argumentos los planteamientos de Petro; que en sí mismos, son los que representan la esperanza de la nación; a pesar de las desinteligencias en la materialización institucional. La oposición no ha capitalizado el hecho de que hoy, hay más presidente de Gobierno; y se han dedicado a atacar la única figura que a pesar de sus yerros en la elección de su equipo de gobierno sigue siendo preponderante en el actual debate político nacional.
Los precandidatos presidenciales opositores carecen de un proyecto político, su única agenda es atacar al presidente, y desconocer que los problemas estructurales del país no nacieron en este cuatrienio de gobierno; y que la seguridad dejo de ser la única preocupación que le asiste a la sociedad colombiana. Su propuesta de bala, genuflexión al empresariado y mantenimiento del statu quo no calarán en las mayorías electores de una nación que, en medio de la guerra, el empobrecimiento, la inequidad y la ausencia de Estado en los territorios ha despertado políticamente y no renunciará a su idea de cambio, aunque en este gobierno no se hayan cimentado aun sus bases.
