Por: Rudy Amanda Hurtado-Garcés
Más allá de la dialéctica del amo y el esclavo hegeliana y de la formación de las clases antagónicas de Karl Marx, la praxis moderna colonial crea la dialéctica entre esclavizado y esclavizador, antagonismo que tiene sus fundamentos en la estructura del sistema esclavista colonial del siglo XV, el primer capitalismo. Además, el antagonismo entre esclavizado y esclavizador se sustenta en la tesis filosófica-ontológica en la que hombres y mujeres originarios de África son transformados en “hombres-objetos, hombres-mercancías y hombres-monedas” Mbembe (2013). Es precisamente a través de procesos revolucionarios como la Revolución haitiana, los palenques, cumbes, quilombos y otras estrategias de libertad como praxis emancipatoria que se hace una ruptura del paradigma de dominación y explotación instaurado por el mito moderno, al posicionar – como expresa el antropólogo haitiano Michel-Rolph Trouillot -, el principio de unicidad de la humanidad. Este nuevo lenguaje refunda las fronteras del sistema esclavista colonial y da paso a lo que podríamos llamar republicanismo anticolonial negro. La noción de republicanismo anticolonial negro es entendida como las estrategias abolicionistas emprendidas por las y los esclavizados para eliminar el sistema esclavista colonial, interpelando la irrelevancia ética de las categorías raciales para adquirir derechos de ciudadanía. Este lenguaje radical desencadena varias insurrecciones y rebeliones para aniquilar la institución de la esclavitud en las américas.
En lo que hoy conocemos como Colombia, durante el estallido de la guerra de los supremos en el Gran Cauca hacía 1840 y finales de 1870 se hizo una alianza entre republicanos liberales y la población negra esclavizada, libre, manumitidos y “cimarrones” o palenqueros. La alianza perdura alrededor de treinta años en medio de negociaciones, transacciones y rupturas constantes como expresa el historiador James Sanders. La alianza se fundamenta en tres puntos exigidos por la población negra, el primero, la abolición legal de la esclavitud, segundo, la abolición del monopolio del tabaco y el aguardiente y tercero, el derecho al ejido (tierra comunal). Estas demandas de la población negra radicalizaron y ampliaron los marcos de interpretación de la visión de ciudadanía oligárquica republicana liberal. Este pacto confronta directamente el pensamiento filosófico y ontológico colonial moderno y a las estructuras coloniales persistentes aún en el proceso de consolidación de la naciente república, entre ellas, a la institución colonial de la esclavitud. La población negra insertada en la Guardia Nacional y en las Sociedades Democráticas de las fracciones republicanas liberales, siguiendo a margarita Pacheco, entre inicios del 1848 y julio de finales de 1851, lo que fuera la Provincia de Buenaventura y Cauca vivió un constante clima de zozobra y temor a raíz de una serie de motines efectuados por la población negra que empuñó el látigo, PERRERO (ZURRIAGO) contra sus antiguos amos, específicamente a las haciendas esclavistas ocupadas por los republicanos conservadores.
La negociación con las élites republicanas liberal funda un régimen racial post independencia y post Congreso de Angustura en Colombia. Gracias a este proceso de subjetivación, negociación y mediación como sujetos políticos los esclavistas insertados en el republicanismo liberal finalmente firmaron la abolición legal de la esclavitud. Es así como el gobierno liberal del caucano José Hilario López firma la Ley de abolición legal de la esclavitud el 21 de mayo de 1851. Abolida legalmente la esclavitud las fracciones republicanas conservadoras organizan una guerra que inicia el 1 de mayo de 1851, historiográficamente nombrada como la “guerra civil del 51”. Sublevación iniciada por una asamblea de conservadores notables de Popayán, encabezada por Julio Arboleda y el coronel Manuel Ibáñez, quienes deciden hacer la guerra contra el gobierno del presidente José Hilario López. Una de las principales razones de la insurrección de los payaneses es la abolición legal de la esclavitud. Al conocerse el levantamiento restaurador de los conservadores, la población negra participa en el ejército del gobierno para defender la abolición legal de la esclavitud.
La subjetivación política de la población negra leída como las oportunidades de insertar programas políticos a otras agendas e imprimirle lenguajes transgresivos radicales es una de las formas históricas de interpelar y cuestionar estructuralmente las subjetividades modernas coloniales. Es devolverse así mismo el principio fundamental de ser seres con historias. Hoy, debemos recordar que la abolición legal de la esclavitud es un proceso de negociación de derechos conquistado a través del lenguaje de la guerra y la política del pueblo negro.
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